Tristemente para los zulianos, volvió la moda de comprar ropa usada para poder suplir una necesidad universal, el vestuario. En las denominadas ventas de garaje, los precios van desde un dólar hasta cinco dólares.
Corresponsalía lapatilla.com
La marabina Ana González acudió al centro de la ciudad en busca de unos jeans y calzados. Dijo a lapatilla.com que desde la pandemia no ha podido comprarse nada por la falta de dinero.
“Caminé desde el mercado Las Pulgas hasta el Callejón de los Pobres. Allí conseguí lo que estaba buscando: jeans de segunda en buen estado, tres dólares cada uno, y unas gomas enteritas en cinco dólares. Las mías están todas llenas de huecos por abajo. Mi salario no me permite adquirir ropa nueva, menos zapatos que están tan caros”, comentó.
En los mercados populares de Maracaibo, como el Callejón de los Pobres, San Felipe y La Redoma, los jeans fabricados en el país van de 10 dólares en adelante; los pantalones importados cuestan alrededor de 20 dólares.
Debido a la inflación y los bajos salarios en Venezuela, las ventas de ropa, enseres y electrodomésticos usados han proliferado en la ciudad.
El sexagenario Raúl Ferrer confesó que desde muy joven trabaja como albañil, y siempre había podido suplir sus necesidades y la de su familia.
“De verdad que en mis 64 años no había visto una situación tan difícil como la que hay en el país desde 2019. El poder adquisitivo desapareció y los trabajos cada día son más escasos, y para poder hacerlos debo cobrar muy pero muy barato”, señaló.
Así mismo, dijo que la idea de usar o comprar ropa de segunda mano, nunca le ha gustado, pero llegó el momento de hacerlo, porque no tiene dinero para comprar calzados nuevos.
“Un buen par de gomas vale 35 dólares más o menos, y eso es lo que gano a veces en la semana. No voy a preferir comprar ropa, cuando tengo prioridades como la comida y las medicinas”, dijo.