¿Quién no quiere hacer descansar a su cerebro en un mundo tan acelerado como el que vivimos?
Por: Vogue
Este órgano se mantiene activo y ocupado varias horas al día (a veces demasiadas), pero es justo y necesario cuidarlo –la salud cerebral es otro de los grandes retos del bienestar– para que descanse. Y no siempre es fácil conseguir ese nivel de desconexión, sobre todo por la noche, durante el fin de semana o en vacaciones. Aunque existen ciertos hábitos que pueden ayudar. Y más si tenemos en cuenta, tal y como explica Regina Insa Martinez, psicóloga de Mundopsicólogos, que el cerebro tiene la característica de la plasticidad, es decir, “la capacidad de crear continuamente nuevas conexiones neuronales para adaptarse al entorno”. Por tanto, es cuestión de entrenar(lo).
Reunirnos con nuestro cerebro 30 minutos al día
Este ejercicio es una de las propuestas que hace la psicóloga Monica Johnson en uno de sus podcasts de Savvy Psychologist para ayudar a que el cerebro pare al llegar la noche. La experta habla de ocuparnos de los asuntos mentales durante el día, es decir: planificar, pensar, reflexionar e, incluso, preocuparnos durante el día para que esas cosas no sucedan durante la noche. Nuestro cerebro está constantemente estimulado, pero de lo que se trata es de estar un rato sin distracciones para trabajar pensamientos, tareas pendientes o preocupaciones. “Cuando se acabe el tiempo de la reunión, agradezca a su mente ese tiempo y recuerde que cualquier asunto pendiente es para la reunión de mañana”, afirma Johnson. Y aunque lo de reunirse con nuestro cerebro media hora al día pueda sonar difícil de llevar a cabo, la experta aconseja dejar que nuestra mente hable –de eso va esta reunión metafórica– incluso mientras se hace un tarea rutinaria como la colada o cuando se está dando un paseo.
Respirar por la nariz
“En un año respiramos mas de 7 millones de veces”, afirma rotunda la neurocientífica Nazareth Castellanos en su libro Neurociencia del cuerpo. Sin embargo, añade, “nos sorprendería saber el bajo porcentaje de respiraciones de las que somos conscientes o hemos controlado a voluntad”. Por eso hacer la respiración consciente aporta muchos beneficios a nuestro cerebro (y a su descanso). “La respiración influye en la capacidad de memorizar, recordar y aprender porque impacta en el hipocampo e influye en la dinámica neuronal”, dice Castellanos. Y afirma que en situaciones de descanso lo recomendable sería respirar de forma habitual por la nariz. “La nariz prepara el aire para que pueda penetrar de forma saludable en el cuerpo. Supone un proceso de calentamiento, humidificación y limpieza del aire inspirado y tiene unos beneficios que no están presentes en la respiración bucal”, añade.
Escuchar música binaural
Si googleamos ‘sonidos binaurales’ nos toparemos con multitud de vídeos y aplicaciones que ofrecen la posibilidad de escuchar este tipo de música generada por dos tipos de frecuencias sonoras diferentes que dan cierta sensación de tridimensionalidad. Según muchos expertos, este tipo de sonidos ayuda a nuestro cerebro a descansar. Así lo afirma Catalina Hoffmann, experta en estimulación cognitiva y creadora del método Hoffmann. “La música binaural nos permite descansar al escuchar tonos de frecuencia ligeramente diferentes en cada oído, e inciden sobre el cerebro de manera directa, modificando nuestro estado de ánimo”, apunta. Ella, por ejemplo, ha realizado este tipo de música utilizando sonidos naturales como agua, fuego o aire sobre una base musical con instrumentos tradicionales.
Pasar del modo ‘hacer’ al modo ‘ser’
Monica Johnsson habla también de la importancia de cambiar el modo ‘hacer’ en el que está nuestro cerebro todo el día al modo ‘ser’ antes de irnos a la cama para que la mente sepa que el tiempo para la productividad tiene que parar. Para ello se puede hacer algo que realmente nos gusta: escuchar música, pasear con tu perro, un juego de mesa, ver una serie o hacer una manualidad. De hecho, hace poco Miranda Makarroff reflexionaba en su cuenta de Instagram sobre lo terapéutico que le resultaba hacer collages. “Me gusta porque es un ejercicio meditativo para no pensar. Es impulso, sin mente. Solo intuición y libertad. Collage es jugar, sin grandes pretensiones, sin juicios. Con caos y belleza que apartan los pensamientos tóxicos y dan espacio para la nada. Y en la nada, volcán de creatividad”.
Hacer un vaciado de pensamientos negativos
Catalina Hoffmann lo llama ‘poda neuronal artificial’ y se trata de hacer un vaciado de pensamientos negativos. Una de las alternativas que propone es hacer un cuaderno de emociones y consiste en escribir sin pensar: “Lo utilizamos cuando nos vienen pensamientos o emociones negativas, de manera que el bolígrafo represente nuestra parte subconsciente, la parte donde almacenamos el 70% de la información. En la zona subcortical del cerebro es donde se encuentran las emociones y donde debemos aplicar nuestra ‘poda neuronal artificial’ para eliminar todos estos pensamientos negativos”, explica Hoffman.