Jhoslen José Amabile Fernández, de 31 años de edad, tiene casi un mes desaparecido. El último contacto en físico lo hizo con una tía que vive en Ezeiza y le dijo que iría a Avellaneda a buscar una maleta con ropa para mudarse con ella.
Por: Es ReViral
Sus amigos y familiares estaban de alguna manera acostumbrados a que se desapareciera entre cinco y a siete días, pero esta última vez ha sido muy fuerte. Por las características del caso, la psicóloga de la policía de la ciudad, dice que hay dos hipótesis y que la que toma mayor fuerza es que esté sumergido en una fuerte depresión y consumiendo pasta de base.
Jhoslen llegó a Argentina cinco años atrás, impulsado por una pareja que tenía para el momento y porque en este país obtenía con mayor facilidad el tratamiento antiretroviral por ser una persona con VIH.
Su amiga, Su Rigio, se unió a él, tiempo después, y vivieron juntos por algunos años. -Nos conocimos en Venezuela porque somos despachadores de vuelos, trabajamos con Avior-.
La condición de Jhoslen lo ha llevado por un subibaja de emociones, al punto que ha sido inestable con sus empleos y lo ha hecho volverse adicto a los estupefacientes, según cuenta Ridio.
“Aquí no hemos podido ejercer la profesión, así que nos ha tocado hacer de todo (…) En algunas oportunidades se desaparecía por cinco a siete días y volvía como si nada. Nunca dijo a dónde se iba ni que hacía, solo prometía no volver a desaparecer, pero lo hacía; incluso esta situación lo llevó a terminar su relación”. Sus amigos creen que sentía una gran depresión y por eso se aislaba.
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