El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió hoy que Ucrania “nunca” será una victoria para Rusia y alabó la resistencia de Kiev, que “sigue en pie” un año después del inicio de la invasión rusa, cuyo aniversario se cumple el próximo día 24.
“Ucrania nunca será una victoria para Rusia. ¡Nunca!”, afirmó Biden ante cientos de personas durante un esperado discurso en los jardines del antiguo castillo real de Varsovia.
Biden, que ayer, lunes, realizó una visita de gran contenido simbólico a Kiev, dijo que él puede dar testimonio de que la capital de Ucrania “sigue en pie”, pese a que las fuerzas armadas rusas intentaron conquistarla al inicio de la guerra en una ofensiva que fracasó.
“Un año después de que las bombas empezaran a caer y un año después de que los tanques rusos entraran en Ucrania, el país todavía hoy es independiente y libre. Desde Jersón hasta Kiev, esa tierra ha sido recuperada”, afirmó Biden.
El presidente estadounidense puso la guerra en Ucrania en un contexto más amplio: aludió a los valores de soberanía del orden liberal global creado tras la Segunda Guerra Mundial y consideró que la contienda pone de relieve la lucha entre democracias y autocracias que vive el mundo.
“Estamos viendo hoy otra vez lo que el pueblo de Polonia y la gente en toda Europa vivió durante décadas, el hambre de los autócratas no puede ser saciada, hay que oponerse a ella. Y los autócratas solo entienden una palabra: no, no, no. ¡No tomaréis mi país, no me quitaréis la libertad, no tomaréis mi futuro!”, clamó Biden.
Reconoció, sin embargo, que habrá días “duros y amargos” en lo que queda de guerra, pero aseguró que EE.UU. seguirá apoyando a Ucrania y reafirmó su compromiso con la OTAN, mencionando especialmente el artículo 5 de defensa mutua que recoge su tratado fundacional.
Igualmente, Biden anunció que Estados Unidos ejercerá de anfitrión de la cumbre de la OTAN del próximo año.
El castillo donde Biden pronunció su discurso fue uno de los escenarios del levantamiento de Varsovia de 1944 contra la Alemania nazi que entonces ocupa el país. El edificio estaba decorado con múltiples banderas estadounidenses, polacas y ucranianas, además de estar iluminado en amarillo y azul, los colores de Ucrania.
Entre el público había ciudadanos polacos y refugiados ucranianos, quienes pese al frío y llevar horas esperando ondeaban con alegría pequeñas banderas de sus países y de Estados Unidos mientras escuchaban hablar a Biden. EFE