Tres relatoras especiales de Naciones Unidas acusaron hoy a Rusia de “intentar borrar la cultura, historia y lengua de Ucrania” en zonas ocupadas de ese país, caso de los territorios del Donbás y Crimea, donde se ha denunciado “un reemplazo forzado de esta identidad por la rusa“.
“Literatura y libros de historia acusados de ser ‘extremistas’ han sido retirados de las bibliotecas públicas y destruidos por los invasores en ciudades de territorios ocupados en Lugansk, Donetsk, Chernihiv y Sumi“, señalaron en un comunicado.
También denuncian que profesores, directores de escuela y otros funcionarios públicos fueron detenidos por su negativa a adoptar en la educación temarios dictados desde Rusia, mientras “cientos de maestros procedentes del territorio ruso han sido reclutados para trabajar en el este de Ucrania“.
El comunicado señala que muchos activistas que denunciaron la erradicación de la cultura de la comunidad tártara en Crimea han sufrido acoso, amenazas, detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas.
Añade que “escritores, artistas y trabajadores relacionados con el sector de la cultura han sido asesinados o han resultado gravemente heridos, a veces en intentos de proteger bienes culturales“.
Firman el comunicado la relatora de la ONU para derechos culturales (Alexandra Xanthaki) y sus homólogas para el derecho a la educación (Farida Shaheed) y para la libertad religiosa y de culto (Nazila Ghanea).
Las expertas muestran asimismo su preocupación por el deliberado ataque a símbolos culturales ucranianos, incluidos museos, archivos históricos, teatros o monumentos que en ocasiones han quedado destruidos, mientras se extiende “una narrativa de demonización y desprecio a la cultura de Ucrania, promovida por oficiales rusos“.
La Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reconoce al menos 240 ataques de este tipo, aunque las expertas indican que otras fuentes hablan de más de mil acciones contra el patrimonio cultural y las instituciones relacionadas.
“La deliberada destrucción de lugares, instituciones y objetos de importancia cultural, histórica y religiosa en Ucrania debe cesar“, resumen las relatoras.
EFE