El paso del tiempo te lleva a asimilar con humildad lo aprendido. En la vida uno aprende todos los días. Y lo mejor que uno puede hacer, es trasladar eso que se aprende, a otras generaciones que apenas comienzan a vivir. De eso se trata el artículo de hoy, revisamos el proceso de aprendizaje, y sobre todo el de impartir enseñanzas sobre lo aprendido. Es una cadena humana, algo natural y bien intencionado. Así debe ser ese proceso de APRENDER Y ENSEÑAR.
El Arte de APRENDER
No importa tu edad, lo importante es que tengas una actitud activa y dinámica frente al aprendizaje, para siempre estar incorporando nuevas motivaciones que te ayudarán en tu crecimiento personal. Para la filosofía oriental, la vida es una escuela en la cual tienes la oportunidad de aprender diferentes cosas. Alguna vez te has preguntado: ¿se puede aprender de todo lo que sucede, ya sea bueno o malo? Sí se puede, pero para ello deberías analizar y reflexionar qué es lo que te toca aprender, cuál es el motivo de este aprendizaje y cuál es el significado que posee para tu desarrollo personal.
Nutrir el cerebro es la tarea de nuestra vida, es nuestra naturaleza humana. Una persona que no usa el cerebro no es diferente de un animal. Por eso somos gente, para darle uso al cerebro y es lo que nos distingue de los demás seres de la Tierra. Todo el desarrollo se debe construir a través del cerebro. El Desarrollo significa nutrir el cerebro. El cerebro debe recibir una carga adecuada de energía. Manejar adecuadamente los hemisferios izquierdo y derecho. El cerebro debe tener un eje. Es una fuerza física que debe ser cultivada desde que la persona dé su primer paso. El hombre que vive sin un eje interno, no puede ser equilibrado y armónico. Hoy, para muchos la existencia natural es hacer lo que les plazca. Pero el estado natural para un ser humano es estar en un constante desarrollo, ya que el desarrollo es la experiencia suprema que puede tener como humano.
Para aprender necesitas desarrollar una ACTITUD ACTIVA Y POSITIVA frente a la vida. Estar dispuesto a mejorar, a no cometer varias veces el mismo error. Saber virar las situaciones a tu favor, aunque se traten de hechos adversos o negativos. Siempre hay que intentar sacar una sabiduría o aprendizaje para que, si no se vuelve a presentar un hecho similar, puedas afrontarlo desde otro punto de vista y salir victorioso. Desgraciadamente, muchas veces hay que aprender con dolor, ya que en ocasiones puede ocurrir que te cierres en tu criterio propio, en tener la verdad del hecho, y no te das la oportunidad de ver diferentes ópticas del problema.
Al comprender la necesidad de aprender que tienes, verás que todas las personas están en el mismo camino y muchas veces te puedes encontrar ante la difícil situación de tener que dar un paso al costado para dejar que otro pueda aprender tal vez algo que tú ya hiciste.
Nunca dejas de aprender, cada día puedes aprender algo nuevo y no sabes cuánto puede cambiar tu vida.
Enseñar, un acto educativo
El término enseñar es un verbo que hace referencia a uno de los actos más importantes que puede realizar el ser humano. Enseñar es aquello que permite mostrar a otra persona algo. En sentido estricto de la acción, se enseña algo cuando se lo muestra, por ejemplo si decimos “le enseñó el camino”. Pero en sentido más abstracto y metafórico, el acto de enseñar es aquel en el cual una persona transmite un conocimiento, un valor, una actitud a otra.
En la actualidad, el término enseñar se encuentra muy ligado al acto educativo que se lleva a cabo en la escuela, entre docentes y alumnos. Este acto de enseñanza se limita en la mayoría de los casos a la simple transmisión de conocimientos ya que parte de la idea de que hay alguien superior (el docente) en la relación y alguien inferior (el alumno) que debe ser educado, enseñado y moldeado. Esta relación desigual es también jerarquizada porque supone que sólo el adulto docente puede transmitir conocimiento, enseñar. Además, el acto de enseñar no se basa en la transmisión de valores o enseñanzas más profundas sino simplemente bloques de conocimiento.
Fuera de este ámbito, la educación informal también supone actos de enseñanza, que pueden ser en este caso multidireccionales y no unilaterales. Esto quiere decir que en una relación de amistad, todos los que forman parte de la misma pueden enseñar valores, comportamientos y actitudes al resto. Al mismo tiempo, la educación informal no se limita a los conocimientos si no que se basa en la enseñanza desde un punto de vista más espiritual, social y moral.
Prácticamente todo lo que hacemos tiene que ver con el acto de enseñar ya que constantemente nos vemos envueltos en situaciones en las cuales recibimos algún tipo de enseñanza, por más insignificante que sea (por ejemplo, cuando una persona nos enseña su verdadera personalidad a través de actos). También somos nosotros los que enseñamos constantemente, porque con nuestras actitudes, comportamientos, formas de pensar y de expresarnos podemos representar algo digno de ser aprendido por otros. Así, la enseñanza y el acto de enseñar son esenciales en la vida de cualquier ser humano que viva en sociedad.
POST SCRIPTUM: Precisamente en esa onda de Aprendizajes y Enseñanzas, les pregunto amigos lectores: ¿Te gustaría practicar política con “P” mayúscula? ¿Conoces cómo hacer para ganar elecciones y cargos públicos? ¿Manejas herramientas para realizar una buena gestión pública? ¿Dominas oratoria para hablar en público sin temores y convencer? Estas preguntas tienen una respuesta positiva si asiste al TALLER: “Liderazgo, Discurso y Gobierno: Arte política”. Pronto en Carabobo. Atentos. Es hora de ENSEÑAR lo aprendido.
@IvanLopezSD / [email protected]