Un incendio de gran magnitud, que las autoridades intentan controlar desde hace 10 días, devoró unas 2.000 hectáreas de bosques en una región montañosa del noreste de Cuba, informó este martes la televisión local.
Más de 1.300 efectivos de cuerpos de bomberos y de guardabosques, apoyados por helicópteros del ejército y la aviación agrícola, intentan contener este “incendio de grandes proporciones que ya ha recorrido unas 2.000 hectáreas” en la provincia de Holguín, señaló el reporte de televisión.
El siniestro se desató el 18 de febrero en Pinares de Mayarí, una de las regiones más importantes del país en materia de biodiversidad, ubicada a 730 km de La Habana.
Según el reporte televisivo, las autoridades trabajan intensamente para evitar que las llamas se extiendan a la vecina provincia de Santiago de Cuba.
“La velocidad del viento ha impedido realmente que logremos nosotros avanzar. La fuerza con la que viene el incendio es muy fuerte”, declaró Dagmar Abad, funcionaria del gobierno en Holguín.
Según medios locales, una treintena de personas ha sido evacuada en zonas de riesgo.
El teniente coronel José Almenares, piloto de helicóptero de la fuerza aérea, consideró que la situación es “compleja” por las condiciones en que se trabaja.
El fuerte viento y “el humo que interfiere en las acciones que estamos realizando” hace difíciles las labores de contención, explicó.
El lunes, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, reconoció “el coraje y el sacrificio de bomberos, guardabosques y pobladores que enfrentan en Pinares de Mayarí el fuego devorador de los bellos y valiosos bosques de la región oriental” del país.
Autoridades han precisado que en esa zona no llueve desde hace cinco meses.
Los incendios forestales son frecuentes en Cuba debido a altas temperaturas, a la sequía, así como por descuidos y acciones irresponsables de las personas. La etapa crítica de esos fuegos se extiende del 1 de enero al 31 de mayo.
AFP