Las bolsas de gel de sílice son habituales complementos de cualquier caja para absorber la humedad y evitar el deterioro del producto.
Por as.com
Cuando se compra un producto nuevo que viene en una caja, normalmente viene aparejado de unas bolsas con miles de bolitas en su interior, hechas de gel de sílice. La función de estas, gracias a las propiedades del gel de sílice es conservar y proteger de la humedad a los productos que vienen en cajas.
Propiedades del gel de sílice
Tal y como se ha dicho antes, la capacidad de absorción del gel de sílice es elevada. Hasta un 40% de humedad del interior de una caja es capaz de absorber. Además, no es un producto tóxico ni reactivo, salvo que se le aplique cloruro de cobalto, situación que por otra parte, es bastante habitual.
Otros usos
Además de utilizarse como reductor de la humedad en cajas de zapatos o de cualquier otro tipo de producto que se reciba en el interior en una caja, desde la publicación de Facebook de Business Insider, explican como el gel de sílice tiene operatividad en otros ámbitos, resultando un compuesto químico muy útil: secar flores, prevenir la oxidación de objetos metálicos, desempañar cristales y dejar un olor neutro.
Historia
La historia de este compuesto químico ha tenido bastante influencia en las guerras. Su primer uso en la Primera Guerra Mundial fue en las máscaras antigás, ya que tenía la capacidad de absorber vapores y humos. Posteriormente, en la Segunda Guerra Mundial, su uso radicaba en conservar las municiones, armas y medicinas de la humedad.
Su origen se sitúa en 1640, aunque no fue hasta 1919 cuando Walter A. Patrick, profesor de química en la Universidad de Baltimore, patentó su uso. Ya en 1959 fue cuando se utilizó para fines culturales, introduciéndose para moderar la humedad relativa en los museos.