Una gasolina de bajo octanaje es la que se está vendiendo en el país, y que es distribuida desde el Complejo Refinador de Paraguaná (CRP), gracias a las refinerías Amuay y Cardón, que están trabajando a medias, confirmaron trabajadores petroleros a lapatilla.com.
Corresponsalía lapatilla.com
Según informaron este lunes 6 de marzo, la planta Dcay, ubicada en Amuay y que es indispensable para la producción de gasolina, tiene parada seis días por una emergencia que se registró y debieron abrirla para aplicarle mantenimiento.
La planta catalítica de Cardón registra fallas desde hace tres semanas, y aunque trataron de maniobrar, fue necesario hacer una parada que afortunadamente pudieron terminar. Este martes 7 de marzo ya estaba en proceso de arranque.
Carlos Colina, dirigente nacional del sindicato Petróleos Sin Fronteras, detalló que una muestra de los problemas que tienen ambas refinerías, se ve reflejada en la calidad del combustible que cada vez es más volatil y causa daños en los vehículos, específicamente en las pilas de la gasolina.
“El parque automotor está recibiendo cualquier tipo de gasolina no controlada y no supervisada. La catalítica, funciona y no funciona, por lo tanto, no es de calidad. En cambio, la que sacan del país en barco a otras naciones sí es controlada, porque le hacen todas las pruebas y estudios químicos que exigen la calidad del octanaje. Para el parque automotor venezolano, usan lo primero que sacan“, dijo.
Alertó que ha habido una gran demanda de repuestos de vehículos, específicamente de bombas y pilas de gasolina, ya que se deterioran con facilidad ante la calidad del combustible que se está vendiendo, esto incluye el que se vende a precio internacional, que es la misma que la subsidiada por Nicolás Maduro a través del Sistema Patria.
Trabajadores petroleros confirmaron que están sacando al mercado interno la gasolina almacenada en los tanques, la cual alcanza para varias semanas. Sin embargo, la demanda supera la oferta y las colas no cesan ni en las estaciones de servicios ubicadas a escasos metros de las refinerías.
Durante el fin de semana se registraron varias protestas en Coro, capital del estado Falcón, porque los transportistas pasan hasta cuatro días en cola para surtir combustible subsidiado, pero no tienen suerte. Esto ha generado enfrentamiento entre usuarios y habitantes de las zonas donde se hacen las colas.
En Paraguaná, las estaciones de servicios subsidiadas trabajan de 7:00 am a 9:00 pm si hay almacenaje; de lo contrario, abren la venta al público luego de recibir combustible por parte de Pdvsa. “No sabemos cuándo llega ni cuánto traen, uno se entera cuando llega la gandola“, dijo un islero que prefirió mantenerse en el anonimato.