Después de imponerse en la primera carrera de la temporada con sus dos pilotos en el podio, Red Bull parece decidido a atacar a Aston Martin, quien por ahora pareciera ser su principal rival, un escalón por delante de los Mercedes y Ferrari.
Tras el final del primer evento en Bahrein, fue el asesor de la escudería austríaca Helmut Marko el que golpeó sin piedad a los ingenieros del equipo británico por copiar las características de uno de los autos que fabricaron en su taller.
Ahora fue Christian Horner, el director de Red Bull, el que se sumó al juego (por ahora) de declaraciones. “Dicen que la imitación es la forma más grande de adulación y es bueno que el coche viejo funcione tan bien. Según el resultado de la carrera, son el segundo equipo más fuerte”, ironizó el directivo con respecto al tercer puesto que consiguió Fernando Alonso.
Los últimos campeones del mundo señalaron a Dan Fallows como el culpable de que esto haya sucedido ya que él fue el encargado de crear el nuevo AMR23 después de haber abandonado Red Bull tras pasar 16 años en sus talleres.
“Es halagador ver el parecido de ese coche con el nuestro, fue genial ver a los tres en el podio”, continuó Horner, aunque remarcó que con el paso del tiempo y las actualizaciones, las cosas cambiarán. “Llevo el tiempo suficiente como para ver que las cosas cambian deprisa y sigo pensando que estos coches aún están relativamente inmaduros y que, a medida que los equipos se desarrollen y lleguen las actualizaciones, las cosas cambiarán”, señaló.
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