Al menos 43 personas han presentado síntomas de intoxicación en las zonas del litoral filipino afectadas por la llegada de un vertido tóxico tras el hundimiento de un carguero el pasado 28 de febrero, mientras se espera que las tareas de limpieza puedan demorarse hasta cuatro meses.
“El número de personas que han experimentado síntomas de intoxicación es ya de 43, y tememos que aumente en los próximos días si sigue llegando aceite industrial a la costa”, confirmaron este jueves a EFE fuentes de la Oficina de Información Provincial (PIO, en inglés) de Mindoro Oriental, la provincia más afectada por el desastre.
La mayoría de personas afectadas por el vertido son residentes del municipio de Pola, en la isla de Mindoro -en el centro del archipiélago-, mientras que solo una de ellas fue hospitalizada hasta el momento.
Además, el gobierno provincial anunció que el viernes comenzará una operación de “limpieza masiva”, en la que decenas de trabajadores y voluntarios tratarán de limpiar el vertido, que ya mancha más de 78 aldeas costeras solo en Mindoro Oriental.
En todas ellas se ha declarado el estado de emergencia, por lo que los pescadores de la zona afectada no pueden faenar desde la semana pasada, y los residentes que habitan a menos de 100 metros de la costa afectada han sido evacuados.
El buque MT Princess, un carguero con bandera filipina y construido en 2022, zozobró el 28 de febrero con 800.000 litros de aceite industrial en su carga, tras romperse el motor y navegar a la deriva a raíz del fuerte oleaje que azotó la costa de Mindoro.
Se cree que el buque hundido yace a más de 400 metros de profundidad, por lo que la operación requiere utilizar vehículos robotizados para intentar sellar la vía por la que escapa el aceite al mar.
El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., admitió ayer que las autoridades pueden tardar hasta cuatro meses en finalizar las tareas de limpieza del vertido.
Para acelerar la operación, Japón enviará un equipo de expertos en este tipo de desastres medioambientales, según confirmó la víspera el embajador de Japón en Filipinas, Koshikawa Kazuhiko.
Hasta ahora, se han recogido unos 230 litros de aceite industrial de las playas, según informaron los guardacostas filipinos.
Por su parte, el Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad de Filipinas, estima que unas 36.000 hectáreas de arrecife de coral y unas 9.000 de manglares han sido dañadas por el destrate. EFE