El presidente izquierdista de Chile, Gabriel Boric, dijo que el rechazo de la Cámara de Diputados a una reforma tributaria que financiaría gastos sociales parece querer “golpear al Gobierno e impedir los cambios”.
Por medio de esta reforma se buscaba recaudar el equivalente a 3,6 puntos adicionales del PIB para ampliar el sistema de protección social del país, con una mayor cobertura en el área de la salud, educación y pensiones.
El proyecto incluía una reestructuración del impuesto a la renta, exenciones tributarias, un nuevo royalty minero y el aumento de los impuestos a las mayores rentas.
Tras este rechazo, se debe esperar un año para poder presentar una iniciativa similar.
“Cuando el país comienza a mostrar señales de recuperación, cuando empezamos a salir adelante de una crisis larga, nuevamente hay un sector que intenta hacer que las cosas no cambien, dejar las cosas tal cual como están”, afirmó el mandatario la noche del miércoles, durante una visita a la ciudad chilena de Iquique (norte).
“Y es que a veces parece que el objetivo de algunos es golpear al Gobierno e impedir los cambios. Pero quiero decirles que se equivocan, porque no es principalmente al Gobierno a quien golpean o le propinan una derrota, sino a millones de chilenos y chilenas que llevan años esperando un país más justo, un sistema de salud que los proteja, un país con pensiones dignas”, agregó Boric, que el sábado cumple un año al frente de gobierno.
La reforma se rechazó por los votos contrarios de parlamentarios de la derecha opositora y la ausencia en la sala de varios legisladores de izquierda.
“Quiero invitar a que esta fractura no nos domine y a que la superemos. Quiero que sepan que ocuparé todo mi liderazgo y pondré a todo nuestro Gobierno a trabajar para construir una mayoría que sí haga posible esta reforma”, acotó el mandatario chileno.
Este jueves, la ministra vocera del Gobierno, Camila Vallejo, afirmó que se evaluarán “otros caminos” para cumplir su promesa de ampliar la red de protección social.
Vallejo atribuyó el rechazo “a una intención de mantener el estatus quo respecto de los temas tributarios”.
La reforma fue elogiada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que la calificó como un plan “ambicioso” pero “factible”.
El proyecto “va en la dirección correcta y acercaría la recaudación tributaria (de Chile, de un 21%) al promedio de América Latina y de la OCDE, que asciende al 28% y el 34% (del PIB), respectivamente”, añadió el organismo. AFP