Si de autos personalizados se trata, pocas marcas pueden inflar el pecho tanto como Rolls-Royce: la casa de Goodwood ha hecho del tema un culto desde siempre, convirtiéndose en un referente en eso de trabajar con el cliente para alcanzar el auto que mejor los represente. Pero ahora fueron un paso más allá y, según sus propias palabras, para su último one-off debieron sortear los desafíos técnicos más complejos de su historia. Al punto que les llevó cuatro años confeccionarlo.
Por: Clarín
El auto en cuestión es el Rolls-Royce Phantom Syntopia, el resultado de un trabajo intenso de Bespoke, la división más artesanal de la marca. Toma su nombre de una colección que la diseñadora de moda neerlandesa Iris van Herpen presentó en 2018, inspirada en las formas y patrones que se pueden encontrar en la naturaleza, y es precisamente con ella que trabajaron para alcanzar el objetivo.
El Phantom es uno de los modelos asociados a la tradición de Rolls-Royce. Presente desde 1925 con ese nombre en el catálogo de la marca, la generación actual fue lanzada en 2003. Una buena forma de celebrar sus 20 años.
“Para esta colaboración especial me inspiré en el concepto de ‘tejer agua’ y transformé la sensación de estar en movimiento en una experiencia inmersiva de fluidez dentro del Rolls-Royce Phantom”, explicó Van Herpen.
Según argumentó, “quería que esto se convirtiera en una experiencia de vanguardia siendo abrumado por las fuerzas de la naturaleza”, por cuanto “el poderoso movimiento del Phantom está entrelazado con las ondas tridimensionales cambiantes dentro del automóvil para encarnar el ingenio de la naturaleza”.
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