El exmandatario paquistaní Imran Khan está acusado de quedarse con decenas de regalos recibidos durante su mandato, una lista de costosos presentes que incluye adornos y relojes de lujo que el líder opositor tendría en su poder sin haber abonado la parte del valor de su tasación que marca la ley.
Los obsequios, que Khan se quedó tras la moción de censura que el pasado abril lo tumbó del poder, fueron obtenidos por una cantidad mínima y se le acusa de venderlos por su valor real, obteniendo así grandes sumas de dinero con unos regalos que pertenecerían a las arcas del Estado.
El exmandatario se ha ausentado de varias citaciones judiciales en este caso, alegando motivos de salud y de seguridad tras un intento de asesinato el pasado noviembre, y se ha resistido a una orden de arresto, arropado por sus seguidores en la ciudad de Lahore.
Este miércoles, la Policía mantuvo un cerco a su residencia por segundo día consecutivo para tratar de detener a Khan, entre enfrentamientos con los seguidores del líder opositor que han dejado decenas de heridos
REGALOS DE LUJO
El Gobierno de Pakistán publicó el pasado domingo una lista de obsequios registrados desde 2002 en el depósito gubernamental de Toshakhana, donde se almacenan todos los regalos que reciben los dignatarios a lo largo de su legislatura y que pueden reclamar pagando previamente el 50 % del valor de su tasación.
Khan y su esposa recibieron costosos relojes de pulsera, incluidos un Rolex y un Graff, un par de adornos, un anillo y otros artículos de lujo que nunca depositaron en Toshakhana, según los registros, y que luego vendieron.
Después de que los tribunales del país admitieran el caso, el regulador electoral de Pakistán inhabilitó al exmandatario para ocupar un cargo público en octubre del año pasado, dictaminando que no había declarado los activos que obtuvo de la venta de estos lujosos objetos.
El actual primer ministro, Shehbaz Sharif, llegó a señalar que Khan había vendido regalos estatales por valor de 635.497 dólares en Dubái. Unas acusaciones que el partido del exdignatario, el Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI), salió luego a desmentir.
DUDAS SOBRE LOS REGALOS
El caso contra Khan sembró dudas acerca de la política de los obsequios de los mandatarios, ya que los gobernantes, a la vez que reciben costosos presentes, entregan dádivas por valor de millones de rupias con dinero público a otros delegados extranjeros, aunque estos costes no son públicos.
“Cuando un titular de un cargo público recibe un obsequio, también le da regalos a la otra parte, y estos obsequios los compra el Estado”, remarcó a EFE el antiguo ministro de Exteriores paquistaní Khurram Dastgir.
Otro aspecto que resaltan los expertos es el coste real de los obsequios, cuyo valor sería mayor si se hubiera tenido en cuenta la inflación y el tipo de cambio real a la hora de abonar los pagos.
“Si tenemos en cuenta la inflación y el tipo de cambio, los daños a la hacienda estatal se multiplican por tres o cuatro”, afirmó a EFE el economista Farrukh Saleem, quien considera que la ley debería modificarse para prohibir la retención de obsequios y permitir la subastas públicas.
OTROS SE HAN BENEFICIADO
Y es que, como indica la lista, ex altos cargos públicos del país retuvieron numerosos presentes, desde coches de lujo hasta costosos gemelos para decorar camisas, pagando una cantidad mínima o, en algunos casos, gratis.
El difunto gobernante militar Pervez Musharraf, así como los ex primeros ministros Yousuf Raza Gilani, Nawaz Sharif, Raja Parvaiz Ashraf se encuentran entre los líderes que recibieron obsequios a lo largo de su carrera política.
Musharraf y su familia recibieron decenas de regalos durante su mandato, la mayoría de ellos sin costo adicional o después de haber pagado una cantidad exigua, y entre ellos se encuentran tres coches Toyota cuyo valor no se pudo tasar, ya nunca llegaron a depositarse en Toshakhana.
El expresidente Asif Zardari recibió al menos 182 obsequios, la mayoría entre los más costosos retenidos por un titular. En 2019 se quedó con un BMW y un Toyota Lexus pagando casi el 17 por ciento de su valor.
EFE