El lagarto cornudo es una especie curiosa entre las más curiosas. Esto no es solo por su peculiar aspecto: una formidable corona de cuernos que adorna su cabeza y las numerosas espinas que cruzan su lomo, lo que le da un aspecto incluso amenazador.
Por: Muy interesante
Según el entorno en el que habiten, su coloración puede ser amarillenta, gris o marrón rojiza. Cuando esto se combina con su forma, el lagarto cornudo puede tener un camuflaje muy efectivo en la superficie. Su dieta se basa sobre todo en hormigas, a las que espera a que se acerquen para comerlas y tragarlas enteras. También come saltamontes, escarabajos y arañas.
Sin embargo, lo que más destaca en el lagarto cornudo es un dato que puede resultar espeluznante: su mecanismo de defensa, el cual consiste en lanzar chorros de sangre por los ojos. Este chorro puede salir proyectado hasta un metro y medio, y puede repetirse varias veces en poco tiempo.
El chorro de sangre emana de los conductos de las comisuras de sus ojos. Este animal tiene dos músculos constrictores que recubren las venas principales alrededor del ojo. Cuando estos músculos se contraen, cortan el flujo sanguíneo de vuelta al corazón, mientras sigue fluyendo hacia la cabeza.
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