1 El Aissami desde sus inicios en la política viene respondiendo a un proyecto político dirigido desde el medio oriente para poner sus manos sobre la riqueza venezolana. Allí reposa su objetivo personal. Chávez logra desnudar el plan de El Aissami y lo envía como candidato al Táchira donde sabía que lo derrotarían, para posteriormente sacarlo de su entorno presidencial. La debilidad de Chávez por su enfermedad le permitió al tea manipular al entonces vicepresidente Maduro para convertirse en su mano derecha y su mejor amigo. Allí TEA inicia su trabajo para acercarse a Petróleos de Venezuela, para ello colocó a Ismel Serrano en la Vicepresidencia de comercio y suministro desde donde controla toda la importación, exportación y comercio interno (estaciones de servicio) de petróleo y sus derivados. El presidente del momento, Nelson Martínez, se convierte en un obstáculo para sus fines, lo que da inicio a una conspiración para defender a Martínez, quien termina siendo destituido y arrestado por la DGCIM en cuyos calabozos falleció posteriormente.
Tal cálculo le rindió pingües beneficios y lo llevó a lo que siempre aspiró como paso indefectible para lograr su objetivo: la presidencia de PDVSA y el control de los recursos petroleros del país.
2 Es nombrado Vice- Presidente en el 2017, acelera la toma del poder ubicando en posiciones estratégicas a Pedro Maldonado Marín como vicepresidente de la CVG donde arrasaron con lo que quedaba, afectando la vida de miles de trabajadores. Luego el mismo Maldonado es puesto por TEA en la Presidencia del Banco Central de Venezuela en equipo con Dante Rivas para controlar el tipo de cambio y todos los negocios que de allí se derivan, apoyar a los empresarios de su entorno y dilapidar las pocas reservas que le quedaban a Venezuela. A pesar de sus pésimos resultados, apoyado en la amistad personal con Maduro, logra cumplir su sueño, el Ministerio de Energía y Petróleo y Control de PDVSA , reemplazando al General Manuel Quevedo, contra quien conspiró desde el mismo momento que fue nombrado.
3 Utilizando el poder que le da el manejo del petróleo venezolano, TEA amplía su maniobra para acercarse cada vez más al poder político que anhela. Coloca a uno de sus más leales seguidores, Joselit Ramírez, en la superintendencia de criptomonedas y allí vuelve a dejar a Maduro con los crespos hechos, el mismo Joselit es nombrado director del despacho de TEA de manera que desde allí se observa y se manipula buena parte del espectro económico y financiero del país. Inicia contactos internacionales con EEUU a través de los abogados de Samar López (su principal testaferro) quien para lograr los fines propios y de TEA entrega información privilegiada del entorno de Maduro (EJ: Alex Saab, Gordil, Gorrín y los hijos de la primera combatiente), negándose rotundamente a entregar información de su jefe Tareck El Aissami. Se aproxima mientras tanto a los entornos empresariales de Bukele, Boric y Lula como vía para llegar a tales presidentes y promoverse como candidato del chavismo en el 2024.
4 Es tan grosero el desafuero de Tareck El Aissami, que Maduro se rinde ante la evidencia, confiando en el personaje para sortear la severa crisis económica nacional y llegar en mejores condiciones a las elecciones del 2024. Resulta que las arcas están vacías, las operaciones petroleras y auríferas paralelas, las gigantescas criptominas y el resto de sus oscuros negocios han generado grandes recursos que no se sabe dónde están, los cuales no podrán apoyar la gestión social prevista para la campaña presidencial y ponen en grave riesgo las aspiraciones de reelección de Maduro.
