Vivir con una inflación alta no es algo nuevo para los argentinos.
Por BBC Mundo
Aunque ahora el país está atravesando por un histórico incremento de los precios -de más del 100%-, esta no es la primera vez que la tercera economía más grande de América Latina supera los tres dígitos de inflación.
Hace 30 años, de hecho, la situación era aún peor: el Índice de Precios al Consumidor (IPC) llegó a registrar un alza del 3.079% anual en 1989 y de 2.314% al año siguiente, en medio de una grave crisis financiera y altos niveles de pobreza entre su población.
Pero sólo cinco años después, durante el segundo período presidencial de Carlos Menem, el IPC se redujo hasta el 0%.
¿Qué hizo Argentina en ese momento para contrarrestar la hiperinflación? ¿Se podría recurrir ahora a la misma solución? Aquí te lo explicamos.
Ley de Convertibilidad
A principios de la década de 1990, el espiral inflacionario que afectaba a Argentina parecía imparable.
Para hacer frente a esta crisis financiera, el entonces ministro de Economía de Menem, Domingo Cavallo, llevó adelante un profundo cambio de la organización económica del país, que incluyó la famosa Ley de Convertibilidad.
La medida -que comenzó a regir en abril de 1991 tras su aprobación en el Parlamento- establecía una paridad fija del peso argentino al dólar estadounidense. Es decir, un peso argentino pasó a valer lo mismo que un dólar.
A este período se lo llamó popularmente el “uno a uno”.
Para seguir leyendo, clic AQUÍ.