En los llamados de la Quinta República, la discrecionalidad, opacidad, falta de rendición de cuentas y de controles efectivos, así como el diseño de políticas que propiciaron el conflicto de intereses y la dispersión de competencias, alimentaron los más pasmosos casos de corrupción y la destrucción de la industria que sustenta la economía de Venezuela. No hay controles sino desórdenes en la administración pública solo se ve corrupción al estilo de guisos políticos. Lo que se oyen que van 135 casos de presunta corrupción o manejo irregular de recursos públicos en Pdvsa o en alguna de sus filiales, que se traducen en irregularidades que comprometieron más de trillones en dólares del patrimonio público venezolano. Cuando Rafael Ramírez estuvo al frente de la estatal petrolera fue uno de los hombres de más confianza de Chávez. Pero la lealtad hacia el “comandante” no le valió para seguir en el poder junto a Nicolás Maduro. Con el tiempo, el llamado “Zar del petróleo” comenzó a hacer críticas a la gestión madurista y luego fue acusado por el Ministerio Público por presuntas irregularidades administrativas o hechos de corrupción. Pasaron allí otros personeros como Eulogio Del Pino, Nelson Martínez, Manuel Salvador Quevedo Fernández, Asdrúbal Chávez y Tareck El Aissami. Todos ellos cuestionados por sus gestiones al frente de PDVSA.
Cuando se conoció el nombramiento de la Policía Nacional Anticorrupción de Maduro lanzó un inusual operativo en las entrañas del aparato chavista que se desencadenado la renuncia de Tareck El Aissami. Una investigación de un caso de corrupción en la petrolera estatal, PDVSA, que llevó a la detención de superintendente nacional de Criptoactivos, un organismo público que gestiona los fondos de la industria petrolera, cada vez más escasos, a través de operaciones con criptomonedas; dos altos funcionarios militares, tres jueces, un alcalde y un diputado.
Los años de mayores ingresos petroleros en Venezuela por el alza que vivió el precio del barril en los tiempos de Hugo Chávez han desencadenado la mayor corrupción que ha vivido el país. Ahora, cuando la producción de la industria venezolana ha llegado a sus mínimos, los malos manejos políticos siguen dilapidando el escaso dinero que entra en el país petrolero. La empresa estatal PDVSA vive un nuevo proceso de purgas con las detenciones de altos funcionarios y la renuncia de El Aissami como ministro del área tras una investigación por corrupción en las entrañas de la petrolera estatal venezolana. El madurismo ha tenido que enfrentarse a la que durante años fue la gallina de los huevos de oro de Venezuela y se convirtió en la caja chica de una enorme élite que creció en los años del gobierno de Maduro. Las pérdidas podrían comprender el 30% del dinero percibido por la venta de petróleo entre 2021 y 2022. Joselit Ramírez, y el propio El Aissami, se encuentran además sancionados por Estados Unidos bajo acusaciones de corrupción y narcotráfico.
Conformaba red de corrupción junto con otros gerentes y el mismo Fiscal General de la República, Tarek William Saab, anunció que fue solicitada orden de aprehensión contra el presidente de PDVSA Gas Comunal, Jacob Grey, junto a tres gerentes de plantas de llenado de esta empresa por presuntamente conformar una red para el cobro ilegal para el llenado de bombonas de uso doméstico. Se dio a conocer que fueron aprehendidos Yohandry José Guevara Álvarez, gerente de la planta de llenado de gas Charallave; Oriana Alejandra Betancourt Corales, gerente de la planta de llenado de gas Apacuana y Eder Alexis Dugarte, gerente de la planta de llenado de gas El Tambor.
Estos cuatro funcionarios dicho por Tarek “formaban una red de corrupción que se dedicaba al cobro de comisiones ilegales en dólares para el llenado de las bombonas de gas a las empresas distribuidoras de este combustible”; palabras del mismo titular de la acción penal. Que la detención de Adán Contreras, propietario de del galpón Maracay Gas 2020 donde vendía bombonas de gas doméstico en dólares. Allí fueron descubiertos “4.000 cilindros de gas doméstico de distinto tamaño, así como 7 vehículos tipo camión y un teléfono celular, del que se obtuvieron conversaciones que involucran a otras personas”. Qué bueno de esto que deberían ponerle los ganchos también a los involucrados en un caso en Barinas con las 32 mil cilindros desaparecidos y no han tenido respuesta. Que involucran a una legisladora del CLR-Barinas. Porque Contreras fue imputado y privado de libertad por la presunta comisión del delito de especulación, tras lo cual se acogió a la delación e informó sobre esta red de corrupción. Como la ven…
Unas de las palabras de Ramírez en una reunión a puertas cerradas con los empleados de la estatal petrolera dijo: «…A ningún gerente, a ningún funcionario del Ministerio de Energía y Petróleo, a nadie de ninguna nómina, a nadie de nuestros componentes militares, a nadie de las reservas, a nadie de nadie, que esté aquí en la nueva Pdvsa le quede una pizca de dudas, que la nueva Pdvsa está con el presidente Chávez. Nosotros tenemos que decir claramente, como ustedes me han venido escuchando en las áreas que estoy diciendo y que estamos repitiendo que ayer incluso lo dijimos en la prensa, que la nueva Pdvsa es roja, rojita, de arriba abajo». Allí es que viene la corrupción en Pdvsa y hoy esa empresa está en el suelo. Vean las colas en las bombas de gasolinas en todo el país, como titule producto de esos guisos petroleros robolucionarios
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