El Informe sobre Economía y Estrategia de Venezuela, publicado por el BancTrust & Co el pasado 9 de marzo de 2023, arroja alguna luz sobre las expectativas de los abogados de los acreedores de la deuda pública externa venezolana en este momento. Es por ello que nos parece importante divulgar su contenido.
Los bonos venezolanos fueron emitidos bajo la jurisdicción de Nueva York, la cual establece, una vez ocurrido el default, en seis (6) años el periodo estatutario límite en el cual un acreedor puede demandar al estado venezolano por el pago. Luego de esa fecha prescriben sus derechos. Esta circunstancia no inhibe, como en algunos casos, a los estados para que entren en negociaciones de pago y reprogramación de la deuda de forma amigable, tal como sucedió con el caso de los bonos de Irak y Liberia. El default venezolano ocurrió en octubre del 2017, entonces el límite para la demanda es el mes de octubre de 2023. Existe otra posibilidad, aunque improbable, y es que los bonos sean “acelerados”, esto ocurre cuando se hacen pagos parciales para reducir el principal, y el periodo comenzaría nuevamente a partir de esa fecha.
El caso venezolano plantea un grave problema a los acreedores al momento de ejercer la demanda, dado que Estados Unidos desconoce al gobierno de Nicolás Maduro, y en vista de que el interinato de Juan Guaidó feneció, Venezuela no tiene un interlocutor válido ante el tribunal para los demandantes.
Desde el punto de vista del contexto político, la próxima fecha importante para los tenedores de los bonos es el 22 de octubre, día de la convocatoria a elecciones primarias de la oposición, dependiendo del candidato que resulte electo, vararían las expectativas de su posición frente a la deuda.
En un escenario favorable, los acreedores tendrían como objetivo obtener 35 céntimos de dólar sobre el principal, siempre y cuando Venezuela logre un crecimiento del 1,7% del PIB como Superávit Fiscal y que vuelva a la producción de 2,2 millones de barriles diarios, con el levantamiento de las sanciones después del 2024. Los acreedores entienden que las diferentes deudas tienen consideraciones de prioridad distintas, por ejemplo, la deuda con China parece ser prioritaria, así como la deuda vinculada a la actividad petrolera.
Por otra parte, estudiando diversos procedimientos, como la posibilidad de cambiar deuda por acciones y la aplicación de mecanismos de recuperación del valor (VRM Value Recovery Mechanisms), que vinculan la recuperación de la deuda al incremento de la producción petrolera o al PIB, son opciones que existen, pero, hoy en día, están empañadas por el reciente ejemplo argentino de manipulación de las cuentas nacionales, pero particularmente en Venezuela, donde el gobierno de Maduro tiene un posgrado en manipulación y oscuridad en sus cuentas nacionales.
Para concluir pensamos que, por el momento, ambas partes se mantendrán expectantes siguiendo los acontecimientos, antes de emprender una nueva iniciativa de negociación.
Economista/ Master en Finanzas/Historiador.
https://gerardolucas.wordpress.com/