La situación de Dani Alves no cambió desde hace poco más de dos meses. Es que desde aquel 20 de enero cuando fue detenido por ser el presunto autor de una agresión sexual contra una joven de 23 años en la discoteca Suttón de Barcelona, el jugador más ganador en la historia del fútbol sigue tras las rejas en el centro Brians 2.
Por Infobae
Este domingo 26 de marzo, se dio un encuentro especial en la cárcel. Después de anunciar su separación del jugador a través de una carta de puño y letra, Joana Sanz fue a visitar a Alves. Su ex esposa lo visitó en el centro de detención para avanzar en un punto clave para el futuro de la ahora ex pareja del histórico lateral derecho de la selección de Brasil.
Según información de “Y ahora Sonsoles”, un programa que se emite por Antena 3, Sanz y Alves se juntaron durante 40 minutos. “Dani Alves llegó llorando. Ambos se sentaron en un habitáculo del tamaño de una cabina de teléfono”, indicaron en el envío de la TV española. Además de esto, confirmaron que Bruno, el mejor amigo del defensor, y el chef que cuida la dieta del ex futbolista del Barcelona, estuvo presente en dicho encuentro.
Otro de los detalles que se filtraron de la charla Sanz-Alves fue los pasos a seguir respecto de la decisión de separarse de la modelo. El periodista Carlos Aquiles difundió que el motivo central del encuentro fue por cuestiones económicas. “Ha ido a hablar de dinero y a hablar del desenlace de lo que ya es una muerte matrimonial. Han hablado de dinero y Joana le ha ido a explicarle cuál es su situación y lo que ella pretende como consecuencia del final de su relación”, indicó el columnista.
Más allá de hablar de dinero, Sanz se encontró con el defensor campeón olímpico para dejarle en claro que no impulsará los trámites de divorcio hasta que no se aclare lo que sucederá con el caso. ¿Las razones? Joana quiere permitirle a Alves que mantenga el arraigo de estar casado con una española por cuestiones legales que pidió la defensa. La pareja se casó a medioados de 2017, tras varios años de noviazgo.
“Joana está destrozada y muy afectada emocionalmente. Ha hecho un gesto de generosidad al anunciar a su marido y a la opinión pública que no tiene la intención de divorciarse. Quiere decir que Alves puede seguir argumentando en términos jurídicos que sigue teniendo arraigo en nuestro país en la medida de que está casado con una española. Un elemento sustancial en el que se basa ese recurso para lograr la libertad provisional. Un gran gesto”, agregó Aquiles.
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