Alemania recibirá el miércoles con bombos y platillos y bajo estrictas medidas de seguridad al rey Carlos III y a su esposa Camila en su primera visita de Estado al extranjero desde su acceso al trono.
En un principio estaba previsto que la pareja real visitara primero Francia, antes de Alemania, pero ese viaje tuvo que cancelarse debido a las manifestaciones contra una impopular reforma de las pensiones que sacuden al país.
En Berlín, el barrio del Bundestag (el parlamento federal) y los alrededores de la Puerta de Brandemburgo, incluida la famosa avenida Unter den Linden, se engalanaron con banderas británicas para recibir al soberano y la reina consorte, cuya llegada está prevista a primera hora de la tarde.
Un puñado de curiosos deambulaban ya a primera hora de la mañana por el barrio, donde la pareja será recibida por el jefe de Estado, Frank-Walter Steinmeier, y su esposa.
Más de 1.000 agentes de policía fueron desplegados para garantizar la seguridad, así como 20 perros detectores de explosivos. Varias zonas del centro de Berlín se cerrarán a al tráfico.
Steinmeier, que acompañará al monarca durante todo su viaje, calificó la visita del rey de “importante gesto europeo”.
“Vínculos estrechos”
Será la primera vez que un invitado de Estado reciba honores militares al pie de la emblemática Puerta de Brandemburgo, símbolo de la división de la ciudad durante tres décadas.
“La pareja real pidió hablar directamente con los berlineses”, dijo el director de la policía, Thomas Drechsler, a los medios alemanes.
La ceremonia comenzará hacia las 15h (13h00 GMT). Solo 1.500 espectadores podrán ingresar a la zona.
Posteriormente el rey se dirigirá al palacio presidencial, en donde será recibido con un banquete.
“Nosotros en Alemania, nosotros en Europa, queremos vínculos estrechos con el Reino Unido, incluso después del Brexit”, dijo Steinmeier.
El jueves Carlos se reunirá con el canciller Olaf Scholz, visitará un mercado con la alcaldesa de la ciudad, pronunciará un discurso ante los diputados y se reunirá con refugiados ucranianos.
El viaje a Alemania de la pareja real concluirá el viernes con un viaje a Hamburgo, la segunda ciudad del país.
“Aliados y amigos”
La última visita de la difunta Isabel II a Alemania en 2015 levantó una ola de entusiasmo en el país. Se espera que su hijo reciba también la misma acogida.
El actual monarca conoce bien el país, a donde ha ido más de 40 veces, según la embajada británica en Berlín.
Los alemanes son grandes admiradores de la realeza, y su “gran interés” no parece que vaya a disiparse tras la muerte de la popular reina, opinó Michael Hartmann, sociólogo de la Universidad técnica de Damstadt.
Cuando era aún Príncipe de Gales, Carlos se refirió a “las relaciones naturales como aliados y amigos” entre ambos países durante un discurso ante los diputados alemanes en 2020.
Recordó también las raíces alemanes de los Windsor, mencionando a Alberto de Sajonia Coburgo-Gotha, que contrajo matrimonio con la reina Victoria en 1840. AFP