Sobre el régimen de Corea del Norte pesan una batería de sanciones impuestas por la Organización de Naciones Unidas (ONU) debido a las violaciones a los acuerdos sobre la producción de armas nucleares que ha emprendido la dictadura de la dinastía Kim en las últimas décadas, así lo reseñó INFOBAE.
Una de ellas es la resolución 2397 del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada en diciembre de 2017, la cual fue nuevamente violada después de la prueba nuclear más reciente de Pyongyang.
Dicha resolución establece “nuevas sanciones severas para los sectores de energía, exportaciones e importaciones de Corea del Norte, además de nuevas autoridades marítimas que contribuirán a bloquear las actividades de contrabando ilegal de ese país”.
Por lo tanto la medida impone una “reducción sobre el tope anual establecido (…) sobre exportaciones de petróleo refinado en un 75%, para permitir el envío de un máximo de 500.000 barriles por año hacia Corea del Norte”.
Sin embargo, una investigación del medio británico Financial Times (FT) en conjunto con los expertos del Royal United Services Institute mostró cómo las grupos empresariales en el este de Asia vinculadas al crimen organizado han ayudado a facilitar las entregas ilícitas de cientos de miles de barriles de petróleo al régimen de Kim Jong-un, en el que está involucrado un barco petrolero identificado con el nombre de Unica.
El Unica es uno de los tres barcos extranjeros que todavía navegan directamente a Corea del Norte, ha realizado al menos 23 viajes al país o a su zona económica exclusiva desde 2019.
El 25 de septiembre de 2022, el Unica junto con otro barco se ubicaron uno al lado del otro en aguas al oeste del puerto norcoreano de Nampo. Ambos se unieron por cables, cerca de la 10:40 de la mañana, durante poco menos de tres horas, realizando lo que parece ser “una transferencia de petróleo de barco a barco en violación de las sanciones de la ONU contra Corea del Norte”, publicó el FT.
La investigación, arroja detalles sobre los sujetos que están detrás de esta oscura trama que le permite al dictador norcoreano seguir avanzando en su ambicioso plan nuclear.
El Unica realizó entregas a Corea del Norte cuando era copropietario de Gary To, un comerciante de petróleo de Hong Kong con vínculos con un sindicato de grupos del crimen organizado con raíces en el sur de China.
Además, To es un ex socio comercial de Alvin Chau, uno de los principales magnates del juego de Asia, que recientemente fue encarcelado por actividades delictivas organizadas y es el supuesto protegido de un líder de la tríada, uno de los sindicato del crimen organizado.
Esto demuestra que el régimen de Kim Jong-un necesita de intermediarios para obtener y pagar la carga. Un de esos intermediarios es Sun Tit Fan, un empresario con sede en Macao.
Este sujeto le habría facilitado la compra de decenas de millones de dólares en petróleo a Corea del Norte a través de la subsidiaria de un banco norcoreano sancionado por Estados Unidos por ayudar al programa de armas nucleares de Pyongyang.
El FT asegura en su publicación que esto “arroja nueva luz sobre cómo la economía destrozada supervisada por el dictador norcoreano Kim Jong-un se ha visto respaldada por turbias operaciones de inteligencia y financiación en las regiones administrativas especiales chinas de Hong Kong y Macao”.
“También ayuda a explicar cómo el régimen de Kim puede continuar construyendo armas nucleares cada vez más sofisticadas desafiando las duras sanciones internacionales”, agregó.
Kim por su parte, en días recientes, asistió a una prueba de misiles que simulaba un ataque nuclear contra Estados Unidos y Corea del Sur.
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