La cirugía estaba programada: apenas unas horas en quirófano para corregir una malformación pulmonar congénita. Sin embargo, salió mal: el cirujano, por error, cortó la aorta del pequeño tras confundirla con un vaso sanguíneo secundario. Fue cuestión de milímetros, pero marcó el destino de un bebé de diez meses.
Por: El Mundo
Tras la tragedia, han abierto una investigación y se acusa a cuatro médicos de homicidio, incluyendo al jefe del departamento de Cirugía Pediátrica del hospital Regina Margherita, en Turín, Italia. El director está acusado de haber encargado la operación a un profesional especializado en cirugía de adultos -al que también investigan-. Además, el fiscal también ha puesto el foco en el anestesista y a otro médico que estaban presentes durante la intervención. Según la Fiscalía, si el niño hubiera sido monitoreado con un oxímetro de pulso, el error se habría detectado de inmediato.
Han pasado dos años desde que la familia, representada por la abogada Michela Malerba, presentó la denuncia por la muerte del pequeño que desencadenó el inicio de un proceso judicial que todavía está por definirse.
El pequeño fue operado de esta lobectomía el 15 de abril de 2021. Se trata de una operación que consiste en la extirpación de un lóbulo pulmonar. Y durante este procedimiento el cirujano cortó la aorta del niño, según la acusación. A diferencia de lo que pasa con los adultos, en los niños, el sangrado es más lento, por eso nadie del equipo notó nada hasta tres horas y media después, cuando los valores vitales del bebé colapsaron. En ese momento, otros médicos intentaron hacer una operación de emergencia, pero ya no pudieron hacer nada por salvar la vida del pequeño.
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