El futuro de Lionel Messi es una de las incógnitas que rodea al mundo del fútbol. El astro argentino, que acaba contrato con el PSG el próximo mes de junio, todavía no se pronunció oficialmente ni dio señales de lo que podría suceder con su carrera.
Por Infobae
Entre las opciones que tiene sobre la mesa, además de una oferta de renovación del PSG y el interés de la MLS entera de tenerlo, también existe la posibilidad de regresar al FC Barcelona. En ese sentido, los medios locales analizaron qué tendría que suceder para que se produjera el reencuentro más esperado por los fanáticos azulgranas.
Si bien remarcaron que las probabilidades de su vuelta son demasiado complicadas tras su salida el pasado agosto del 2021, tendrían que alinearse una serie de cuestiones para que ocurra.
En primer lugar, el deseo de su familia. Este punto estaría prácticamente sentenciado ya que el periódico Sport aseguró que “tanto su esposa como sus hijos están deseando vivir de nuevo en Barcelona”. En segundo lugar, está el hecho de que el futbolista encaje en los planes del técnico, y éste es otro de los items que tendría asegurado.
Lionel Messi y Xavi Hernández mantienen una relación de amistad desde su etapa como compañeros de campo. Después de que sus caminos se separaron, ambos siguieron manteniendo contacto hasta hoy y el técnico catalán siempre se mostró motivado con la idea de tenerlo en su equipo.
“Esta es su casa, tiene las puertas abiertas. Es un amigo, estamos en contacto permanente. Dependerá mucho de él, de lo que quiera para su futuro. El mejor del mundo y de la historia encajaría siempre”, afirmó el entrenador durante una conferencia de prensa previa al segundo partido que disputó el Barcelona contra el Manchester United por los 16avos de final de la UEFA Europa League.
Si sólo dependiera de esos dos ítems, Lionel Messi ya tendría medio pie en el Spotify Camp Nou nuevamente. Sin embargo, existen otros dos que son los que complican la situación. De menor a mayor, uno de los inconvenientes que aparecen en el camino es la relación entre él y su entorno con el presidente Joan Laporta.
Antes de que el empresario asumiera como nuevo presidente tras la salida de Josep Maria Bartomeu, el propio futbolista se había mostrado públicamente a favor de su llegada al poder. Sin embargo, una vez que el dirigente se sentó en el escritorio y estudió las finanzas del club decidió no renovar su contrato y convertirlo en agente libre. En ese contexto, la prensa catalana entendió que la única forma de acabar con la tensión es que se lleve a cabo una reunión cara a cara.
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