El Trastorno Afectivo Bipolar es una enfermedad mental que puede ser crónica, es decir, que es persistente o que ocurre constantemente. En otros casos, se presenta ocasionalmente y en intervalos irregulares.
Por Semana
La causa es esencialmente biológica y genética. El sistema límbico se encarga del estado del ánimo y de regular las emociones de acuerdo a las circunstancias. Para las personas con TAB este sistema funciona erróneamente, haciendo que presenten alteraciones bruscas en el ánimo sin que existan motivos que lo justifiquen.
Neurotransmisores como dopamina, serotonina y acetilcolina juegan un papel importante en cada fase. Hormonas como la tiroxina también influyen.
Robinson Montoya, especialista en trastornos afectivos y emocionales y docente de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz, advierte que los síntomas del trastorno bipolar pueden iniciar durante la adolescencia tardía o la edad adulta temprana. “Aunque los síntomas pueden aparecer y desaparecer, generalmente, el trastorno bipolar requiere un tratamiento farmacológico de por vida y no desaparece por sí solo”.
Tener esta condición es un factor de riesgo importante en el suicidio, la pérdida del trabajo, la capacidad para funcionar y la discordia familiar.
Sin embargo, un tratamiento adecuado puede dar origen a un mayor funcionamiento y una mejor calidad de vida.
El especialista en salud mental define las principales señales para identificar a una persona con esta condición:
Es normal en la mayoría de las personas experimentar altibajos. Sin embargo, en el trastorno afectivo bipolar, las variaciones del ánimo pueden ser extremas.
Las personas con este trastorno pueden presentar episodios maníacos o estados de ánimo inusualmente elevados en los que pueden sentirse muy animados y felices o incluso irritables acompañados por un marcado aumento en el nivel de actividad.
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