Presta atención: cómo funciona el autoengaño, una de las grandes trampas de la mente

Presta atención: cómo funciona el autoengaño, una de las grandes trampas de la mente

En el autoengaño se acepta como verdad una realidad que es falsa. Foto Shutterstock.

 

 

 





Mentir es faltar a la verdad de manera consciente y convive con nosotros en la vida diaria: a nivel familiar, social, laboral, afectivo, político o económico. Por el contrario, el autoengaño hace referencia a los fenómenos relacionados con mentirse a uno mismo y resulta una de las grandes trampas de la mente.

Por Clarín

La diferencia entre mentira y autoengaño se encuentra en que en la mentira la persona es consciente de que no está diciendo la verdad. En el autoengaño se acepta como verdad una realidad que es falsa o equivocada sin ser consciente de ello.

Quien se autoengaña no se da cuenta de que lo está haciendo, o no se da cuenta siempre, y ahí radica el poder enfermizo del autoengaño.

Resulta una de las mentiras más peligrosas que uno practica sobre sí mismo. Según Sigmund Freud, “sólo vemos lo que queremos ver” a fin de evitar el dolor, para lo cual se usan mecanismos de defensa inconscientes intentando ocultar ante uno mismo pensamientos o vivencias dolorosas.

Si la mentira es un proceso consciente, el autoengaño es inconsciente y tiene como fin evitar enfrentar una realidad a veces intolerable y que produce dolor psíquico.

Jean Paul Sartre decía que es “una mentira sin mentiroso” y agregaba que el hombre es libre y el único que está “condenado a elegir”. En otras palabras, el autoengaño es una huida frente a la responsabilidad de tener que jugarse por los valores según los cuales uno podría elegir para vivir.

Qué oculta el autoengaño

En esencia, revela que está poco conforme en su yo interior y oculta debilidades, defectos, temores y prejuicios.

El pensamiento central gira en que la imagen que debe mostrar a los demás es lo que más importa y la debe cuidar de manera tal que se obliga ante sí mismo a disimular todo aquello de su ser que le parece que puede ser imposible de enfrentar.

Algunos ejemplos son evitar ir al médico, no preguntar algo a un ser querido por temor a la respuesta, eludir conflictos, no poner fin a una relación insatisfactoria, o dejar el cigarrillo.

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