La carrera armamentística desatada por la invasión rusa de Ucrania parece que afecta a todos los países del ámbito occidental, incluida la “pacífica” Canadá, que ha decidido reemplazar los cuatro submarinos de fabricación británica que adquirió en 1999. La revista “Ottawa Citizen”, que cita fuentes de la industria militar y del propio sector, informa que la Royal Canadian Navy ha mostrado interés en comprar 12 submarinos nuevos a un costo de al menos 60.000 millones de dólares, una cifra que podría llegar a los 100.000 millones.
Por La Razón
Los sumergibles ingleses que prestaban servicio eran antiguos y, para muchas situaciones, prácticamente inservibles. De hecho, Reino Unido se los vendió por 750 millones de dólares después de que fueran rechazados por Pakistán, Portugal y Chile. Tan mal estaban que han pasado más tiempo en dique seco que en el agua. Ottawa se ha visto obligada a invertir miles de millones de dólares en la flota durante más de dos décadas para abordar varios problemas e incidentes, como incendios y soldaduras defectuosas. También ocurrieron varios accidentes durante operaciones militares y pruebas en el mar.
Ya en el año 1987, el Libro Blanco sobre Defensa del Gobierno canadiense recomendaban la compra de 12 submarinos de propulsión nuclear capaces de navegar bajo el hielo y defender su soberanía en la región ártica. Sin embargo, la propuesta fue abandonada debido a una importante oposición tanto de la opinión pública como de los medios comunicación, pues rechazaban la opción nuclear y el enorme gasto que supondría.
Ante esta situación, Canadá optó por la opción de los cuatro viejos submarinos británicos diesel-eléctricos de la clase Victoria ??(Upholder/submarinos clase Victoria/Tipo 2400). Debido a problemas técnicos recurrentes, estos submarinos han pasado más tiempo en el muelle o en dique seco que en el mar, a pesar de los importantes gastos de mantenimiento. En 2004, uno de estos viejos submarinos se incendió en su viaje transatlántico inaugural, dejando un muerto y varios heridos entre la tripulación. No se reintrodujo hasta 2015. En 2017, estos submarinos promediaron aproximadamente veinte días en el mar.
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