Dani Alves está a punto de cumplir tres meses de reclusión en la cárcel catalana de Brians II, donde cumple prisión preventiva acusado de abusar sexualmente de una joven de 23 años en una discoteca de Barcelona. De momento, su vida como recluso es relativamente tranquila en el módulo 13 del centro penitenciario inaugurado en el año 2007 en el municipio de Sant Esteve Sesrovires y que tiene capacidad para 2.048 internos.
DAVID FERNÁNDEZ // INFOBAE
Aunque Alves comenzó su estancia en Brians II compartiendo celda con otro recluso brasileño, ahora duerme en una celda individual con ducha propia en un módulo de respeto, donde según señalan fuentes penitenciarias a Infobae España hay otros reclusos preventivos a la espera de juicio y que no son especialmente peligrosos. Ante el “fuerte impacto mediático que supone tener al futbolista, la dirección del centro con buen criterio decidió que estuviera en este módulo para garantizar su seguridad y una reclusión más tranquila”, señalan las mismas fuentes.
Su día a día es bastante rutinario, ya que todos los presos tienen un horario de comidas y de reclusión en sus celdas muy rígido. Alves suele utilizar a diario el gimnasio de la prisión para mantener su estado físico (cuando fue arrestado estaba en activo en la plantilla del Pumas mexicano) y suele ayudar a otros internos con consejos de entrenamiento.
La dirección del centro había pensado incluso que Alves se integrara en el equipo de fútbol de presos que hay en Brians, y que pudiera ejercer la figura de ‘monitor-entrenador” para facilitar su integración en la cárcel. El centro cuenta desde hace años con un equipo que suele participar en algunas competiciones y que juega partidos con otros combinados.
Pero de momento se ha descartado por la ola de agresiones que en las últimas semanas se han vivido en el centro, que motivó incluso una concentración protesta de los funcionarios el pasado 21 de marzo. Los trabajadores de la prisión se llegaron a encerrar en el despacho del director. Los representantes sindicales cifran en 1.231 las agresiones contra los funcionarios en prisiones catalanas solo en 2022, y denuncian además que faltan 600 efectivos en toda la plantilla actual.
El módulo 13 también cuenta con patio, pista polideportiva y áreas ajardinadas de paseo y ocio, donde Alves también se ejercita. Lo que no tiene asignado es un trabajo dentro de prisión (son remunerados) ni hay constancia de que se haya apuntado a ningún taller ocupacional, señalan las mismas fuentes. Alves se limita a jugar partidillos no oficiales montados de manera ocasional con otros presos. Recibe la visita periódica de su abogado. Su mujer Joana solo ha ido a verle en una ocasión.
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