Una adolescente de 16 años tuvo que presenciar el asesinato, con tiros de gracia, de su hermano mayor y su papá en zona rural de Piendamó, Cauca. Las disidencias amenazan a la población civil.
Por semana.com
A Olga Lucía Zambrano, de apenas 16 años, le tocó presenciar la barbarie. Hombres armados ingresaron a su vivienda en la vereda Puentecita del municipio de Piendamó, Cauca, y acribillaron, ante sus ojos, a su padre y hermano mayor.
Los recuerdos la atormentan y aún siente correr sobre sus pies la sangre derramada por quienes cayeron arrasados a causa de una violencia sin justificación. Los asesinos llegaron vestidos de negro y fuertemente armados.
Al menos diez sujetos, que aseguraron ser integrantes de la disidencia de las Farc, irrumpieron en la vivienda en la madrugada del 9 de abril. Primero tocaron la puerta y luego intentaron derribarla ante la negativa de la familia. Fue Olga la que finalmente les abrió.
Al ver las pistolas y fusiles que cargaban supuso lo peor y les pidió, entre lágrimas, no atentar contra ningún miembro de su familia. Ni el llanto ni las súplicas los hicieron desistir de su objetivo. Entraron a la vivienda y les pidieron a todos poner sus manos en la cabeza. Entre gritos, los sacaron al patio y luego los tendieron en el piso.