Ante la reapertura de las fronteras con Curazao y Aruba, la Unión Panamericana y del Caribe por los Derechos Humanos (Pacuhr, por sus siglas en inglés) expresó a través de un comunicado su “profunda preocupación” por el impacto que esta medida puede tener sobre “los venezolanos en situación migratoria irregular”.
“Nuestra preocupación se centra en la apertura de las fronteras de Aruba y Curazao con Venezuela y que esto pudiese generar aprehensiones masivas y expulsiones de venezolanos en situación migratoria irregular, constituyendo una inobservancia del Ordenamiento Jurídico Internacional”, señala Pacuhr, federación que en su texto dice agrupar a más de 89 organizaciones de la sociedad civil en las Américas, el Caribe y Europa.
Los gobiernos de las islas, Venezuela y Países Bajos han subrayado los aspectos positivos de la reapertura, especialmente en materia del intercambio comercial; sin embargo, no han ofrecido mayores detalles sobre cómo abordarán la crisis migratoria.
Desde PACUHR estamos observándo muy de cerca lo que viene aconteciendo con la apertura de las fronteras Aruba y Curacao con Vzla. Esperamos no se materialicen expulsiones y/o deportaciones masivas, como la del Viernes 14 con detención de 18 damas. #DDHH#DerechosdelosMigrantes pic.twitter.com/Sj27u5VKfQ
— Panamerican and Caribbean Union for Humans Rights (@pacuhr) April 16, 2023
La agencia de Naciones Unidas para los refugiados (Acnur) señala que existen más de 7,13 millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela en el mundo. Acnur estima que en Curazao y Aruba residen 14 mil y 17 mil venezolanos, respectivamente. Estas cifras equivalen prácticamente al 10% de la población de esas islas.
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