Gustavo Petro llegó anoche a Nueva York en el avión presidencial. Viajó en un asiento de cuero con la mesa y los reposabrazos de madera. Le prepararon una habitación con una cama y unos libros, por si quería distraerse durante el trayecto. El presidente, sin embargo, aprovechó las cinco horas de vuelo para preparar su intervención en el Foro permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU, el que ha sido el primer acto de su gira por Estados Unidos, que tendrá el momento culmen cuando se encuentre con Joe Biden, el jueves. Precisamente, hace un mes y medio que Petro le dijo por teléfono: “Tengo que comentarle un asunto sobre Venezuela”.
Por: El País
Fue entonces cuando el inquilino de la Casa Blanca, al otro lado de la línea, le invitó a visitarle en Washington. Biden y Petro, en el fondo, buscan lo mismo, unas elecciones presidenciales en las que el chavismo se comprometa a respetar las leyes electorales y permita a la oposición concurrir con garantías. Biden se ha acercado tímidamente al Gobierno venezolano a raíz de la invasión rusa de Ucrania y Petro, todo menos tímido, ha hecho del restablecimiento de la normalidad política en Caracas su causa. La diplomacia colombiana se ha dedicado todos estos meses a hacer de puente entre Nicolás Maduro y Biden. El paseo de Petro por los salones neoclásicos del ala oeste supondrá la constatación final de estos esfuerzos.
Los diálogos entre el chavismo y la oposición continúan estancados. Maduro incluso ha deslizado que las elecciones podrían celebrarse este mismo año, lo que complicaría todo el panorama. La comunidad internacional, entre tanto, busca una solución, con Petro a la cabeza. Maduro considera que Estados Unidos no ha cumplido con su promesa al no liberar los activos venezolanos retenidos en el extranjero, que iban a servir para oxigenar las arcas del Gobierno, ni levantar parte de las sanciones. Washington, por su parte, está convencido de que el chavismo no tiene voluntad real de democratizar las instituciones. Nadie cede por el momento.
Petro ha organizado para la semana que viene en Bogotá una cumbre de diplomáticos de países de todo el mundo para acercar estas dos posturas enfrentadas. “Con un objetivo: que no haya sanciones y que haya mucha más democracia. Más democracia, cero sanciones, es el objetivo de la conferencia en Bogotá”, dijo al respecto en Nueva York. Habló de las sanciones, el principal reclamo del chavismo, pero a continuación puntualizó que la democracia “es clave”. “Que sea lo que el pueblo venezolano, libre, sin presiones, decida sobre su futuro inmediato”, añadió.
Puedes leer la nota completa en El País