La química e investigadora croata Mira Petrovic, de 58 años, lleva más de dos décadas trabajando en España y es una de las científicas más citadas del mundo por sus estudios sobre la contaminación del agua. Acostumbrada a realizar colaboraciones científicas con diferentes instituciones, no le resultó extraño que la Universidad Rey Saúd, de Arabia Saudí, se pusiera en contacto con ella. Lo que no esperaba es la propuesta que le hicieron: ingresarían 70.000 euros en su cuenta bancaria a cambio de que se afiliara a esa universidad. Petrovic, que trabaja en el Instituto Catalán del Agua como jefa de área, no se lo pensó dos veces y en seguida rechazó la oferta. “No es ni legal ni ético”, cuenta a Infobae en esta entrevista.
Por Infobae
Arabia Saudí lleva años proponiendo compensaciones económicas a reputados científicos de diferentes países con el objetivo de que figuren como investigadores de sus universidades para así ganar prestigio y escalar puestos en el ranking de Shanghái, la clasificación académica de referencia a nivel internacional. Y, a diferencia de Petrovic, son varios los científicos que sí han simulado trabajar en centros saudís a cambio de dinero cuando en realidad siguen trabajando y firmando sus investigaciones en sus respectivas instituciones, tal y como relevó el diario El País. En China los casos se elevan a 12, en España a 11, en Reino hay seis, al igual que en Italia, mientras que en Alemania son cinco los científicos que han aceptado la propuesta de Riad.
De esta forma, Arabia Saudí cuenta con 112 investigadores en la lista de los científicos más citados del mundo, un número muy superior al de Alemania o España, según un análisis de la consultora Siris. “Más del 90% de esos investigadores han aceptado esas ofertas”, recuerda Petrovic.
¿Cómo contactó con usted la Universidad Rey Saúd de Arabia Saudí? ¿Le ofrecieron directamente los 70.000 euros?
Sí, así fue. Se pusieron en contacto conmigo para decirme que querían hacer una colaboración y pensé que me propondrían un estudio o una investigación, pero nada de eso. Era un email super directo donde ya en el primer punto me pedían que cambiara mi afiliación, en el segundo punto que les enviara el comprobante y en el tercero decían que me ingresarían en la cuenta bancaria 70.000 euros. Me sorprendí de los directos que fueron. En ese mismo mail también me dijeron que debería ir a Arabia Saudí una o dos veces al año durante unos tres días para hacer una presentación y que posteriormente hablaríamos de un proyecto de investigación, aunque no especificaban nada. Yo lo rechacé inmediatamente y así se terminó mi contacto con ellos.
Ni siquiera disimularon…
No, para nada, pero, de todas formas, no se trata de algo nuevo. Ya en 2010 la revista Science publicó que Arabia Saudí pagaba por su prestigio científico y allí aparecía un email muy similar al mío.
¿Cuándo le enviaron ese mail?
En 2018 yo había aparecido en la lista Highly Cited Researchers, una lista [que elabora la empresa inglesa Clarivate con los científicos cuyos trabajos son más citados] y me contactaron un año después, en 2019.
¿Se vio tentada en algún momento de aceptar ese dinero?
La verdad es que no, porque sabía que esto no se puede hacer, que no es ni legal ni ético. Mi integridad personal no me lo permite. Puede ser mucho dinero, pero hay cosas que no se pueden ni se deben comprar o vender.
Por lo que ha mencionado antes, ¿es entonces habitual que a los científicos les ofrezcan este tipo de ofertas?
No, no es habitual. Hay miles y miles de investigadores con una integridad impecable. Es, por desgracia, algo habitual con Arabia Saudí, que intenta buscar atajos en vez de invertir en investigación en su país. Han elegido esta vía de subir en rankings de universidades por su influencia, porque tienen dinero de sobra y lo utilizan de esta manera. Para ellos es habitual, pero en nuestro mundo [científico] hay un porcentaje muy pequeño de investigadores que han aceptado estas ofertas.
¿Es tan importante ese ranking de Shanghái entre la comunidad científica?
Sí y no. Lo que Arabia Saudí consigue [con este tipo de ofertas a los científicos] es tener más prestigio e influencia y así pueden atraer a un mayor número de alumnos a sus universidades y por eso es importante. Pero, en mi opinión, se presta demasiada importancia a este tipo de indicadores cuantitativos.
¿Cree que veremos más casos próximamente?
No creo, y lo que espero es que en años siguientes no aparezcan más, que los científicos tengan la afiliación donde pertenezcan y no haya este tipo de tratos.