La carga rápida es una solución que hoy brindan los dispositivos móviles para no esperar largas horas al lado del tomacorriente, pero esto viene acompañado de ciertos aspectos a tener en cuenta, para no afectar la vida útil del celular.
Por Infobae
Cualquier batería se va a desgastar con el tiempo, pero al usar esta tecnología ese proceso se puede acelerar si no se toman ciertas medidas o si no se tienen en cuenta algunas características que los fabricantes incorporan en sus teléfonos.
Cómo funciona la carga rápida
Esta opción acelera el proceso de carga y en minutos se puede tener el 100% gracias a un aumento en el voltaje y el amperaje, que permite este proceso.
Por eso hoy en día es normal escuchar que un celular trae un cargador de 65 wats, 100 o más, a diferencia de los móviles antiguos que contaban con uno de 1 o 2 wats.
Este crecimiento vino acompañado del aumento en la capacidad de las baterías, que ahora son, en su mayoría de 5.000 mAh.
De esta forma, para que un celular tenga carga rápida necesita un cargador de alto voltaje y una batería que los soporte, por eso no todo cargador funciona igual con cualquier teléfono.
Para este proceso ambas partes necesitan un elemento que les ayuda, pero también los afecta negativamente: el calor, ya que al haber una aceleración en la velocidad de la carga se va a subir la temperatura y es ahí donde se presenta la afectación.
La carga rápida puede dañar un celular: si o no
Que un celular tenga carga rápida o no, no lo condiciona para que su batería no se dañe con el tiempo.
Este es un proceso natural que sufre cualquier dispositivo, porque las pilas están diseñadas para soportar ciertos ciclos de carga que se van consumiendo en un plazo determinado, que en promedio está entre los cinco años.
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