En Twitter, Facebook o Telegram, los números de teléfono corren al mismo tiempo que la pólvora en Jartum. Ante la parálisis forzada de las agencias humanitarias por los choques armados, los sudaneses han tenido que lanzarse a las redes sociales para preguntar por los lugares seguros a los que huir y hasta para saber dónde se vende comida.
“La gente prefiere ahora usar las redes sociales porque es fácil para conocer los lugares seguros y peligrosos, así como para buscar ayudas alimentarias y sanitarias”, señala a EFE por teléfono uno de los organizadores del comité de resistencia de Jartum, Ozman al Yamri, que afirma que “no cuenta con el apoyo de ninguna organización internacional ni ONG”.
Sudán tiene un historial negro con la conectividad a Internet, ya que ha llegado a interrumpir el acceso en todo el país -que ha llegado a durar semanas- cuando ha ocurrido algún suceso que ha cambiado el rumbo del país, como el desalojo violento de 2019 para pedir una transición civil y durante el golpe de Estado militar de 2021.
Pero en este conflicto entre rivales militares, que comenzó el pasado día 15 y ha dejado ya más de 400 muertos, no ha sido así. Un escenario completamente diferente en el país africano donde el acceso a Internet les ha dado ese salvavidas necesario para seguir resistiendo a una de las peores crisis de la historia reciente del país africano.
GUIAR EN LA EVACUACIÓN
Al Yamri aclara que el comité de resistencia -red informal vecinal creada en 2013 y que se convirtió en la más importante durante las protestas de 2019 que derrocó al exdictador Omar al Bashir- no evacúa a los ciudadanos de la capital, pero sí se dedica a buscar los caminos mas seguros y lejanos de los enfrentamientos entre el Ejército sudanés y el poderoso grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
“No hemos evacuado a los civiles, pero como seres humanos guiamos a los ciudadanos a los caminos seguros para salir de la capital”, destaca Al Yamri.
¿Y cómo lo hacen? El sudanés apunta que contactan “a los civiles por las redes sociales” y comparten “la información con grupos de ayudas en barrios residenciales para obtener los datos” contrastados.
Todo es a través de voluntarios, recuerda, como es el caso del también sudanés Merghani Salah.
“He participado porque es nuestro papel y deber el de ayudar a las personas y seguramente si estuviéramos en su lugar, necesitaríamos personas que nos ayuden”, asevera a EFE Salah, un voluntario activo en las redes sociales que ofrece alojamiento incluso en los grupos de expatriados en Jartum. Él vive al norte de la capital en una zona relativamente en calma.
No sabe exactamente si hay ONG que ofrecen ayuda ahora a los que se han quedado atrapados o no, pero asevera que “hay esfuerzos por parte de los residentes del estado de Gezira y de Jartum Norte para evacuar y albergar a los ciudadanos atrapados bajo el sonido de los disparos”.
Reafirma que “todo” este trabajo se está haciendo “a través de las redes sociales”.
Entretanto, numerosas agencias humanitarias, incluidas de la ONU, han suspendido sus operaciones por la volatilidad y violencia del conflicto, mientras que los que continúan operando lo están haciendo de manera muy limitada, la posible de acuerdo a los intensos combates.
UN SALVAVIDAS
Desde Twitter se difunden fotografías de desaparecidos, de suministros que faltan e incuso de medicinas, mientras los sudaneses y otros usuarios abren su buzón de mensajes directos para que les contacten.
Son los números de teléfono de ayuda los que más rondan el hilo de estas aplicaciones, como también se puede observar en Telegram, donde se han creado grupos para preguntar los caminos seguros hasta para saber cómo llegar a Egipto, tal y como vio EFE.
“Las interrupciones de Internet en Sudán han ido en aumento desde el estallido del conflicto, aunque se atribuyen principalmente a los cortes de electricidad y a las dificultades para suministrar combustible a los generadores de reserva. Aunque se ordenó a los proveedores que interrumpieran el servicio, en su mayoría no lo han cumplido”, dice a EFE Isik Mater, directora de Investigación de NetBlocks, portal con sede en Londres y que controla la censura en internet.
Pero en este conflicto “se ha hecho un gran esfuerzo por mantener la conectividad, incluso a pesar de los problemas de seguridad”, dijo Mater, que ha observado cómo “las evacuaciones se están organizando en línea”.
“Sin duda, la disponibilidad de Internet está salvando vidas”, remacha.
EFE