Afectado por una grave crisis que le llevó a su venta a UBS, el banco suizo Credit Suisse reportó hoy unas pérdidas de activos de 61.200 millones de francos en el primer trimestre de 2023, causadas principalmente por las retiradas de depósitos especialmente en los días en que se acordó la fusión.
En su informe trimestral, posiblemente el último que emita la entidad de 167 años antes de ser absorbida por UBS, el banco de Zúrich señaló que un 57 % de esa salida neta de activos correspondió a la retirada de depósitos tanto en la banca convencional como en el negocio de gestión de fortunas.
Credit Suisse ya había registrado en 2022, especialmente en los últimos meses de ese año, una salida de liquidez de 123.200 millones de francos (125.000 millones de euros), lo que contribuyó a una enorme crisis de confianza que le abocaría más tarde a la venta a UBS.
El banco señaló hoy que como resultado de estas salidas de activos sufrió en el primer trimestre una masiva reducción de depósitos por valor de 67.000 millones de francos (68.300 millones de euros).
LA VENTA ACELERÓ LAS RETIRADAS
El banco admitió que la reducción de liquidez “fue especialmente aguda en los días inmediatamente anteriores y posteriores al anuncio de la fusión” (con UBS), acordada a instancias del Gobierno suizo el pasado 19 de marzo.
Las significativas retiradas de depósitos “se estabilizaron a niveles mucho más bajos, pero a día de hoy la situación no se ha revertido todavía”, reconoció la entidad.
Credit Suisse recordó que debido a la salida enorme de activos del banco, que llegó a ser de unos 10.000 millones de francos en los peores momentos de la crisis, éste tuvo que obtener crédito del Banco Nacional de Suiza (BNS, emisor).
A fecha de 31 de marzo, según indicó el banco, este crédito suma 108.000 millones de francos (110.200 millones de euros).
También subrayó que se han devuelto ya 70.000 millones de francos (71.400 millones de euros), de los que 60.000 millones de francos se pagaron en el primer trimestre y otros 10.000 millones en el actual mes de abril.
BENEFICIOS DE ESCASO VALOR
Con todo, el banco reportó hoy unos beneficios netos de 12.432 millones de francos suizos (12.600 millones de euros) en el primer trimestre, aunque estas ganancias se explican principalmente por la reducción a cero de sus obligaciones AT1, ordenada por las autoridades suizas precisamente para facilitar su compra por UBS.
Excluyendo ciertas operaciones extraordinarias, el banco registró en el primer trimestre una pérdida ajustada de 1.316 millones de francos (1.340 millones de euros).
La liquidación de los bonos AT1 ha llevado a numerosos bonistas a interponer denuncias contra las autoridades suizas por las pérdidas sufridas, o a anunciar su intención de hacerlo, tanto dentro como fuera del país helvético.
Otro ingreso extraordinario ligado al fuerte beneficio reportado, según el informe, fue la venta de una parte significativa de los productos titulizados de Credit Suisse a la firma neoyorquina Apollo, como parte del proceso de reestructuración que intentó la entidad para salir de su crisis.
En 2022, Credit Suisse había reportado pérdidas de 7.293 millones de francos suizos (7.400 millones de euros).
Credit Suisse detalló que en el trimestre obtuvo unos ingresos de 18.467 millones de francos suizos (18.800 millones de euros), cuatro veces más que en el mismo periodo de 2022, frente a unos gastos operativos de sólo 5.620 millones de francos suizos (5.300 millones de euros).
Los activos totales de la entidad, según el informe, se redujeron en el periodo enero-marzo a 540.291 millones de francos (551.000 millones de euros), un 27 % menos que hace un año.
HACIA LA FUSIÓN
Credit Suisse indicó en su informe que sigue trabajando junto a UBS para garantizar que la fusión “se complete a tiempo”, aunque subrayó que ello está sujeto a determinadas operaciones de cierre de negocios que, según señalaron con anterioridad ambas entidades, podrían tardar meses.
El 19 de marzo, UBS adquirió Credit Suisse a instancias del Gobierno suizo por 3.000 millones de francos (3.050 millones de euros) para salvarlo de la quiebra.
Las pérdidas que acumulaba la entidad, unidas a numerosos escándalos de imagen y a una caída de confianza de los inversores en Bolsa tras la caída en Estados Unidos del Silicon Valley Bank y el Signature Bank, abocaron al segundo mayor banco de Suiza a una grave crisis que el Gobierno del país intentó sofocar con ayuda de UBS.
Los resultados de Credit Suisse se publicaron tres días antes de lo inicialmente previsto con el fin de que salieran a la luz antes que los de su rival y comprador, UBS, previstos para mañana martes. EFE