Un ciudadano chinoestadounidense donó a China un centenar de documentos, periódicos y fotografías que ha ido coleccionando durante los últimos años sobre la Masacre de Nanjing, cometida por las tropas japonesas a finales de 1937.
El centro conmemorativo de la masacre, situado en la ciudad oriental de Nanjing, recibió este miércoles estos nuevos documentos que, según recoge la agencia estatal Xinhua, sirven como “nuevas evidencias de los crímenes de guerra cometidos por las tropas invasoras japonesas”.
Entre los documentos donados se incluyen diarios de soldados japoneses que detallan su experiencia durante la invasión de Nanjing, una de las ciudades con más historia -y más sucesos sangrientos- del país, ya que fue capital imperial y también de la República de China, con anterioridad al régimen comunista instaurado por Mao Zedong.
También figuran entre los documentos periódicos de la época que incluyen fotografías de reporteros extranjeros capturando los bombardeos japoneses.
El donante, Lu Zhaoning, que nació en Nanjing, lleva desde 2004 coleccionando materiales históricos para donarlos al centro, y es la decimosexta vez que entrega nuevos documentos.
“Fue un evento trágico que los chinos no debemos olvidar. No dejaré de realizar donaciones”, dijo Lu durante un acto hoy en el memorial dedicado a la masacre.
El 13 de diciembre de 1937, el Ejército japonés invadió Nanjing y en las seis semanas siguientes sus fuerzas incendiaron y saquearon, violaron en masa a decenas de miles de mujeres y asesinaron a entre 150.000 y 340.000 personas, según diversas fuentes históricas.
Cada año, China rememora en esa fecha su particular “holocausto”, en la antesala de la Segunda Guerra Mundial, con una ceremonia en el Memorial de las Víctimas de la Matanza de Nanjing por los Invasores Japoneses.
Durante la II Guerra Mundial, Japón invadió buena parte del territorio chino, donde cometió graves crímenes de guerra, tales como sistemáticas matanzas de civiles, experimentación con armas biológicas o uso de mujeres chinas como “esclavas sexuales” por parte de oficiales del Ejército nipón.
Además, el Gobierno de Pekín ha criticado con frecuencia al de Tokio por adoptar una postura que consideran revisionista sobre la invasión.
EFE