Tras el anuncio de Nicolás Maduro sobre la indexación a 40 dólares del cestaticket y a 20 dólares del bono de guerra, según la tasa cambiaria oficial, para los funcionarios públicos, los trabajadores nuevamente se sienten engañados y afligidos, pues esperaban un aumento de salario, el cual no se anunció.
Luz Dary Depablos // Corresponsalía lapatilla.com
Mientras, siguen padeciendo calamidades y en muchos casos hasta hambre, debido a que sus sueldos apenas les alcanza para adquirir l.
Para María Ramírez, líder sindical del sector salud en Táchira, quien más temprano también marchó para conmemorar el Día del Trabajador y exigir reivindicaciones salariales, con mucha nostalgia escuchó el anuncio de Maduro, el cual considera lamentable porque guardaba la esperanza que se diera un aumento salarial.
Sin embargo, una vez más ratificó que se perdieron los derechos sociales y económicos de los empleados públicos en Venezuela.
“Piden que tengamos paciencia con el estómago vacío, ¿cómo vamos a tener paciencia cuando ellos sí lo tienen todo? Hablan de una guerra económica cuando ellos fueron los que desfalcaron al país”, enfatizó Ramírez.
Igualmente, manifestó que el régimen “ha llevado a sustituir nuestros salarios por bonos, bonos que no compensan nuestros derechos contractuales, nuestros beneficios económicos, bonos que no compensan al trabajador, porque se vuelven sal y agua al momento que los cobran”.
Para Gerardo Ramírez, líder sindical del gremio de los educadores en la entidad, rechazó el anuncio del régimen para los trabajadores.
“No aceptamos el argumento de que no hay recursos y, por otro lado, se roban el dinero de la nación”.
En las próximas horas todas las organizaciones intersindicales del Táchira realizarán una asamblea de urgencia para tomar nuevas acciones, a fin de ser escuchados.
También informó que cerca del mediodía, nuevamente los representantes de diferentes gremios entregaron un documento en la Defensoría del Pueblo para pedir que respeten sus derechos.
Exhortó a otras organizaciones a sumarse a la lucha de los trabajadores.
“Fetratáchira está secuestrada por un mercenario, que con cajas Clap y bolsas de comida, los mantienen allí para que los acompañen”.
“Rechazamos esa conducta antisindical, porque cuando un dirigente sindical auspicia, avala, propicia una bolsa de comida para un trabajador, es un mercenario de la lucha sindical, porque un dirigente sindical debe estar para defender el trabajo y salario de los trabajadores, no para mendigar, para seguir dando apoyo a un Gobierno que propicia la bonificación de los salarios y una bolsa de comida”, concluyó, Gerardo Ramírez.
Luz Mary Rodríguez, representante de los trabajadores informales de San Cristóbal, también marchó para exigir que cese la violación de sus derechos, tal como ha pasado con más de 100 “buhoneros”, quienes han sido desalojados en las últimas semanas.
Rodríguez lamentó que no se haya dado un incremento salarial, además de indicar que este sector atraviesa una difícil situación debido a que el alcalde chavista, Silfredo Zambrano “plantea una ciudad moderna, pero no nos incluye en el ordenamiento de la ciudad”.
Recordó que en 2013 en San Cristóbal, el censo de trabajadores informales era de unos 1.200 aproximadamente, quienes fueron incluidos en el ordenamiento de la ciudad en ese momento, pero en esta ocasión son cerca de 400 y no les dan respuesta de reubicación.
Solo los desalojan y los dejan sin poder recibir el sustento diario, situación que les preocupa porque sin aumento salarial serían más los profesionales y empleados públicos tratando de ganarse la vida en la economía informal.