100 veces más potente que la morfina y 50 más que la heroína, el fentanilo es un opioide sintético aprobado para usos médicos por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
Por BBC Mundo
Sin embargo, cuando se utiliza de forma recreativa, fuera del contexto médico, esta poderosa droga puede ser mortal.
Tal es el número de estadounidenses que están muriendo de sobredosis por su consumo (70.601 muertes en 2021 por sobredosis de opioides sintéticos, mayormente fentanilo, según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas), que el gobierno aprobó recientemente la venta sin receta de naloxona, un fármaco que bloquea el efecto de los opiáceos.
¿Pero qué efecto tiene exactamente el fentanilo sobre el cerebro? ¿Y por qué resulta tan peligroso?
Subidón, placer y desaparición de la ansiedad
Desarrollado por primera vez en 1959 e introducido en la década de 1960 como un analgésico endovenoso, el fentanilo en sus diversas formas (tabletas, parches, inyecciones, etc.) se utiliza como anestésico y para aliviar los dolores agudos provocados por una cirugía o una condición de salud compleja que genera dolores crónicos.
Al igual que otros opioides como la heroína o la morfina, el fentanilo interactúa con los receptores de opioides que se encuentran en áreas del cerebro que controlan el dolor y las emociones.
Estos receptores responden normalmente a sustancias químicas que libera nuestro propio cuerpo para hacernos sentir bien, como recompensa por actividades que contribuyen a nuestra supervivencia, como por ejemplo comer, beber o tener relaciones sexuales.
El efecto de los opioides depende de qué cantidad de esta sustancia entre en el cerebro y qué tan rápido lo haga.
Como se trata de una droga extremadamente poderosa en pequeñas dosis, no se requiere una gran cantidad para que llegue al cerebro y además el fentanilo lo hace muy rápidamente.
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