El exconsejero delegado de Audi — una filial de Volkswagen — reconoció este martes su responsabilidad en el escándalo de los motores diésel manipulados, anunció su defensa ante el tribunal alemán que lo juzga.
Rupert Stadler afirmó que pese a estar al tanto del fraude en 2015, “aceptó” que se comercializaran vehículos con una aplicación ilegal y dijo que “omitió” informar a sus socios de Volkswagen, según una breve declaración leída por su abogada, Ulrike Thole-Groll.
El exdirectivo, de 60 años, es el principal acusado en el primer proceso penal en Alemania por el escándalo mundial del “Dieselgate”, que consistió en instalar un dispositivo en los vehículos para hacerlos parecer menos contaminantes en las pruebas de laboratorio.
Esta confesión forma parte de un acuerdo de cooperación que permitirá a Stadler eludir la cárcel.
AFP