Con esta denuncia espero tener la seguridad y que la Policía me pueda proteger”. Esa era la esperanza que aguardaba Érikha Aponte Lugo, al interponer una denuncia en contra de su expareja, Christian Camilo Rincón Díaz, días antes de que este la asesinara el pasado domingo, 14 de mayo, en el centro comercial Unicentro, norte de Bogotá.
Por eltiempo.com
De acuerdo con el relato de la joven, entregado tres días antes del feminicidio en la comisaría de familia de Soacha, el hombre ya la había agredido en su lugar de trabajo, el mismo escenario en el que se registró el crimen.
EL TIEMPO tuvo acceso exclusivo al documento en el que reposan las palabras, que bajo juramento, Aponte Lugo, de 26 años, entregó a las autoridades y en el que dejó constancia de que la pareja convivió por casi 10 años, y que incluso tuvieron un hijo que en la actualidad tiene 8 años.
El episodio que desencadenó la denuncia de la joven se registró la noche del pasado 7 de mayo, en la pizzería donde laboraba. “Yo estaba realizando el cierre de donde trabajo y Cristian (sic) se presentó ahí a decirme que necesitaba verme, que me amaba y que quería estar conmigo”.
Pero Érikha se negó a acceder a la pretensión del hombre y le dejó claro que la única relación que ambos podían mantener estaba condicionada con que ambos eran los padres del niño.
Táctica para detenerla
Pero tras ese diálogo, la joven narró que se movilizó al parqueadero del centro comercial para abordar su moto y se percató de que el hombre le había desconectado un cable al vehículo.
“Yo no me había dado cuenta y le pregunté que por qué hacía eso y me dijo que si no lo hacía yo me iba y no lo esperaba. Me dio mucho miedo. Me pudo haber desconectado los frenos”, se lee en la declaración.
Pero ese mismo temor que aseguró Érika sentir en ese momento, sumado a que la zona estaba sola, la llevaron a mantener la conversación con el agresor.
En la narración se lee que ambos partieron del centro comercial y que durante todo el camino, el hombre le insistió en que tenía que regresar con él.
“Me dice por WhatsApp que si no estoy con él me va a matar, me da miedo que me vuelva a buscar en el trabajo o que me haga algo. Las agresiones por parte de él son constantes”, explicó Érika.
Le ofrecieron Casa Refugio
Horas después del feminicidio, la alcaldesa Claudia López, aseguró en su cuenta de Twitter, que luego de que Érika interpuso la denuncia en la Comisaría de Familia, “se le ofreció sacarla a ella y su hijo a Casa Refugio, pero no aceptó”.
Pero la joven en su relato dijo que no había puesto denuncia en la Fiscalía e indicó que no optaba por la casa refugio porque tenía el apoyo de su familia, donde ahora vivía (Soacha).
De hecho, la familia de Aponte Lugo manifestó en varios medios de comunicación que el papá de la joven también había sido víctima de amenazas, episodios que Érika también dejó claro en su relató ante las autoridades.
Pero los parientes también revelaron que un día antes del crimen, es decir, el sábado 13 de mayo, Rincón Díaz había ido a la pizzería a buscar a al joven. “Andaba armado. Y creo que es omisión de las autoridades, porque no pusieron en alerta la seguridad del centro comercial”, dijo uno de los parientes.
Por ahora, las autoridades intentan establecer cómo, pese a las denuncias en su contra, el agresor ingresó el domingo al centro comercial portando el arma de fuego.