Pedro Castro Guillén candidato a decano
La Universidad Central de Venezuela celebrará el 26 de mayo próximo las elecciones para Autoridades Rectorales, Decanos y Representantes profesorales ante el Consejo Universitario, los Consejos de Facultad, los Consejos de Escuela y el Consejo de Apelaciones. La comunidad ucevista deberá enfrentar este proceso comicial en un contexto de dificultades que se expresa en situaciones de penuria extrema, pero también en exasperantes condiciones de indigencia institucional.
La Universidad carece de presupuesto. Nuestra relación laboral ha sido desfigurada con la intervención que pesa sobre nuestros míseros salarios, al ser cancelados mediante la llamada plataforma Patria con la cual también se intervienen todos los trámites relacionados con los movimientos de personal; con este dispositivo se ejecutan.
A las nuevas autoridades les tocará enfrentar retos complejos y difíciles de solventar: trabajar sin un presupuesto adecuado, hecho que ha limitado, hasta la fecha, la dotación de materiales y servicios tan necesarios como Internet; mantenimiento de la infraestructura, que en estos momentos también está condicionado a un mecanismo externo que irrespeta a la Comisión para la Conservación del Patrimonio de Cultural de la Humanidad. Esto, por citar algunos casos.
Los que aspiramos a un cargo, en mi caso, el decanato de la Facultad de Humanidades y Educación, estamos obligados con la comunidad a incitar la esperanza por la activación adecuada de los procesos académicos, administrativos y de extensión. Es nuestro deber redimensionar estas actividades en función de formar cuadros para la profesionalización e investigación en el campo de las humanidades. Esto demanda al menos tres condiciones ineludibles:
1- Establecimiento, junto con el Estado, de una relación respetuosa y firme que permita la recuperación del presupuesto de acuerdo con la Constitución y la Leyes vigentes.
2- Renovación de la cultura de administración autónoma de nuestros recursos humanos, materiales y de servicios, necesarios para el funcionamiento más elemental de la Universidad.
3- Discusión de nuestros problemas para buscar soluciones y contribuir con el cese del enfrentamiento político nacional. Debemos recuperar nuestro rol inveterado de institución asesora para los grandes problemas nacionales. Implicarnos en la discusión de la nueva Ley de Universidades y la recuperación cultural del país. En estos ámbitos nuestra Facultad puede participar activamente, incluso, cuando no se nos convoque a hacerlo; los resultados de estas reflexiones deben estar a disposición del país.
Dicho lo anterior, como el sustrato mínimo de sustento de las condiciones adecuadas de una gestión, pasamos a formular algunos proyectos e ideas que dependen de nuestra capacidad para crear las condiciones apropiadas para el desarrollo de la Facultad de Humanidades y Educación.
De la gobernanza de la Facultad
Plan de gestión
Nuestra propuesta es un Plan de Trabajo de Consenso que permita hacerle seguimiento a la gestión. De ahí que, para que pueda ser sometido a un proceso de aprobación general, formularemos ideas que concite la participación para obtener beneficios en favor de todos: profesores, estudiantes, empleados, obreros y egresados.
El Plan que aquí esbozamos, para los próximos tres (3) años, será una condición sine qua non para integrar el equipo directivo. Cada cargo tendrá una formulación adecuada a sus objetivos y fines, de manera que cada área pueda ser evaluada a partir de metas cuantitativas, donde esto sea posible.
Designación del equipo de dirección
En virtud de la difícil situación económica de la Universidad y el deterioro del modo de vida de sus miembros, es razonable que no sea fácil encontrar profesores y empleados idóneos para cumplir tareas directivas, esto debido a que nuestra sobrevivencia depende de otras actividades. Empero lo señalado, intentaremos que nuestro equipo de trabajo esté concentrado en las labores de dirección, particularmente los coordinadores de la Facultad, directores de escuelas e institutos y el director y los encargados de los programas de postgrado. Además de esta condición básica, es preciso que entre los integrantes del equipo directivo exista armonía, que derivará, en primer término, del cumplimiento del Plan Decanal y, en segundo, del cumplimiento de los planes de su competencia. Esto implica el establecimiento de protocolos claros de comunicación entre los miembros del equipo.
Funcionamiento regular de los Consejos de Facultad, Consejos de Escuela y de la Comisión de Estudios de Postgrado
Las dificultades por las que atraviesa nuestra institución han producido irregularidades en el funcionamiento de los diferentes organismos de dirección: la falta de renovación durante quince años de representantes profesorales ante el Consejo de la Facultad, por ejemplo.
Nuestra propuesta es que el Consejo de Facultad, los Consejo de Escuela y la Comisión de Estudios de Postgrado se reúnan semanalmente. En estos ámbitos debemos contar con el apoyo del personal administrativo que debe estar implicado en los planes a ejecutar.
Política comunicacional
La comunidad debe estar enterada de los asuntos considerados y de las decisiones que se tomen en las instancias directivas. Para ello se pondrán en práctica mecanismos informativos eficientes acerca de los asuntos que permanecen ignorados por los diferentes integrantes de la comunidad: modificaciones reglamentarias, nuevos reglamentos o nuevas disposiciones que afectan el desempeño de cada uno de ellos. Es importante hacer un esfuerzo por consolidar redes amplias de comunicación para hacer seguimiento y evaluaciones de las medidas tomadas y su impacto en la comunidad para mejorar y rectificar, si es el caso.
Creo innecesario insistir en la necesidad de corregir el déficit comunicacional que durante décadas ha aquejado a nuestra Universidad y a la Facultad. No hay políticas claras en este orden, ni siquiera se considera como un problema grave que requiere una solución urgente. La comunicación efectiva es una condición imprescindible para enfrentar los problemas y alcanzar soluciones.
Es importante informar de nuestro acontecer, no solo a la Facultad, sino al resto de la comunidad universitaria y al país. No debemos ser una comunidad endógena, afectada de un solipsismo en extremo perjudicial en un ámbito donde la enseñanza-aprendizaje y de investigación se encuentran altamente globalizados. Los procesos de comunicación amplios y fluidos son condiciones indispensables para lograr soluciones óptimas. Hay que abandonar toda postura aislacionista y particular.
El problema presupuestario
Si vamos a luchar por la recuperación del presupuesto universitario, debemos hacerlo de acuerdo con la Ley. Hay que exigirle al Consejo Universitario que realice el ejercicio de formulación presupuestaria de la Universidad atendiendo a las leyes que nos amparan. Sin este instrumento es imposible hacer reclamación alguna al Gobierno Nacional. Esta formulación, instrumento de asignación y ejecución de programas, es fundamental para cualquier gestión que pretenda tener claridad administrativa. Está claro que en un principio será un ejercicio para la reivindicación y el logro del presupuesto formal.
Del funcionamiento normal de las diferentes modalidades de docencia y de investigación
Condiciones docentes
Para garantizar la renovación académica de la Facultad se deben:
Priorizar los concursos de oposición como modalidad de ingreso porque es una responsabilidad ética darle prioridad a la carrera y a la formación de nuestros docentes con estabilidad y garantías.
Mantener las bibliotecas abiertas y actualizadas. Lo anterior debe estar vinculado con la creación de programas de incentivo al uso de las bibliotecas y la enseñanza del uso de los dispositivos digitales para el proceso enseñanza-aprendizaje.
Llegar a acuerdos con la Comisión del Vicerrectorado Académico para la formación en las modalidades de estudio virtual.
Mejorar sustancialmente la labor de SADPRO, para garantizar la formación efectiva de los profesores que inician su carrera.
Procurar la reanudación de las clases presenciales, siempre y cuando se cumplan las condiciones mínimas indispensables para alcanzar dicho objetivo. En este punto es importante establecer acuerdos con los diferentes organismos gremiales de la Universidad y de la Facultad.
Procurar un sistema de Internet estable y confiable para todos los miembros de la comunidad.
Establecer laboratorios de informática. Para ello es necesario llegar a acuerdos tanto con el Gobierno Nacional, como con los sectores de la sociedad que estén dispuesto a apoyar a la Universidad.
De los institutos de investigación
Los institutos de investigación de nuestra Facultad constituyen una prioridad en nuestro Plan de trabajo de Consenso, en vista de que son centros destinados a la investigación científica y técnica o de creación artística que pueden organizar y desarrollar actividades de innovación para pregrado y postgrado. Como estructuras básicas de organización y desarrollo de la actividad investigadora deben ser atendidos urgentemente para impulsar la incorporación de docentes, investigadores, estudiantes y egresados a redes de investigación nacionales y extranjeras para el desarrollo de proyectos de investigación e innovación. Por ello resulta impostergable:
1- Valorar el trabajo de nuestros investigadores-docentes que prácticamente son los que alimentan las bases de datos de los tan citados rankings universitarios.
2- Sustentar económicamente los proyectos de investigación en curso y por ejecutarse.
3- Asignar partidas para investigadores-docentes en vista de que se ha visto reducida a su mínima expresión.
4- Reponer los cargos de investigadores-docentes que se han jubilado o han fallecido con el fin de dar continuidad a las líneas de investigación.
5- Fortalecer la política de publicación de las revistas de nuestros institutos.
6- Apoyar los programas de postgrado que prácticamente son responsabilidad de los Institutos de investigación.
7- Facilitar los recursos tecnológicos necesarios para el buen funcionamiento de las investigaciones de la Facultad.
8- Estudiar la posibilidad de que los institutos operen en el campus universitario, en vista de las condiciones de precariedad que padecen aquellos que se encuentran en el Centro Comercial Los Chaguaramos y que consumen un alquiler en dólares impagables para la Facultad.
De los Postgrados
Es imprescindible volver a la modalidad presencial para garantizar una planificación que implique un nuevo modelo económico de oferta de los diferentes programas de postgrados. Asimismo, cambiar la forma de participación económica de los profesores que llevan a cabo esta importante tarea.
Es necesario innovar en materia de postgrado. Debemos generar un programa sólido de mercadeo del postgrado en sus diversas modalidades tomando en cuenta las tendencias sociales y las necesidades de mercado. Hay que investigar en este ámbito para realizar y modular la oferta de nuestros programas de postgrado. Debemos emular las cosas que han dado resultado en el ámbito global, así como proponer nuevas iniciativas.
Debemos insistir en que nuestros profesores y egresados cursen nuestros postgrados. Esto requiere de toda una nueva reformulación del pregrado, tema crucial para el desenvolvimiento futuro de nuestra universidad.
Nuestros postgrados deben dirigirse hacia la internalización, lo que implica también nuevas formas de valoración de los mismos.
Todo lo anterior requiere de un mejoramiento de los sistemas administrativos, donde sea necesario.
De la reforma de los programas de estudios
La reforma de los programas de estudios es sin duda una de las cuestiones más urgentes, dadas las transformaciones en el funcionamiento de las universidades a nivel global. La oferta académica en el mundo ha sufrido cambios significativos producto de nuevas formas de profesionalización e investigación. Nuestros programas de estudios deben renovarse tanto desde el punto de vista curricular como desde el punto de vista de la duración de las carreras. Esta renovación implica necesariamente no solo a la carrera en sí, sino también la continuidad con nuestros postgrados, bajo el principio del aprendizaje permanente y de la discriminación de conocimiento que involucre tanto al pregrado como al postgrado.
De la reactivación de la labor editorial
Es importante redoblar los esfuerzos editoriales con las publicaciones virtuales y físicas. Si bien las tendencias y necesidades nos han llevado a las ediciones digitales, para nosotros, como humanista, es crucial valorar el libro como objeto cultural imprescindible que forma parte de la promoción de las humanidades, de la expresión estética y artística.
Es importante impulsar la idea propuesta en el Consejo de Desarrollo Científico y Académico (CDCH), de los consorcios académicos que nos permitan articular alianzas, formular proyectos a escala nacional e internacional.
De los egresados
Debemos incorporar, de manera activa, a nuestros egresados en los planes de acción de la Facultad de Humanidades y Educación, porque representan nuestra imagen, comunicación y participación como actores en la sociedad. De ahí que hemos pensado brindarles apoyo para la realización de cursos de ampliación y de mejoramiento profesional; estimularlos para que realicen segundas carreras, establecer una comunicación permanente con nuestros ellos para informales acerca de las actividades de la Facultad. Asimismo, promocionar las acreditaciones y las certificaciones de conocimiento, apoyar y fortalecer los gremios de nuestros egresados y, colaborar en la asociación y la asistencia gremial.
Actividad de Extensión
Concebimos la extensión como una actividad renovada. Debe ser un canal comunicacional bidireccional entre los sectores profesionales, ONG, fundaciones y organismos de carácter público y privado. Esta relación debe favorecer la construcción de una nueva y productiva relación con el sector empresarial privado, así como entre todos los sectores que puedan enriquecer las sinergias entre múltiples sectores de la vida nacional.
De los estudiantes
Este es sin duda uno de los sectores más sensibles que implica a la sociedad en general. Venezuela enfrenta una debacle social ominosa cuando exhibe indicadores de pobreza del 96% y de pobreza extrema del 76%. Esto genera un efecto devastador en la población y sus posibilidades de recibir servicios educativos en cualquier nivel. De ahí, que nuestra universidad, que llego a tener una población estudiantil de alrededor de 50.000 estudiantes inscritos a finales del Siglo XX, hoy apenas puede contar entre 15.000 y 18.000 estudiantes inscriptos. Esta catástrofe exige una serie de acciones urgentes para recuperar las providencias estudiantiles: comedor, becas, transporte, como lo mínimo indispensable que se requiere para la asistencia a clases presenciales.
No menos importante para la población estudiantil resultan:
1- Programas de nivelación para que puedan enfrentar con éxito los primeros semestres, mediante cursos de nivelación académica para reforzar sus conocimientos básicos y mejorar su rendimiento académico.
2- Servicios de orientación educativa.
3- Servicios de formación y asistencia en tecnologías digitales.
4- Servicios de orientación vocacional.
5- Una educación centrada en los valores de equidad e inclusión.
6- Compromiso con los jóvenes, especialmente, con quienes se encuentran en una situación vulnerable, para garantizarles su permanencia en nuestras escuelas.
7- Aprovechamiento de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) para contribuir al procesamiento de la información, la personalización de la formación y el refuerzo por materias y asignaturas instrumentales.
8- Consulta y comunicación permanente con los estudiantes para la atención de sus demandas e inquietudes.
9- Reforma de los programas de estudios para la creación y promoción de salidas intermedias y la acreditación de conocimientos, que favorezcan su incorporación temprana al campo laboral.
10- Estímulo y fortalecimiento de las pasantías académicas y apoyo a la participación de los estudiantes en proyectos y cátedras de nuestros institutos de investigación y escuelas.
11- Fomento del intercambio de saberes humanistas mediante la ampliación de la oferta de asignaturas en el Programa de Cooperación Interfacultades (PCI-UCV).
12- Desarrollo de una política innovadora de becas estudiantiles a través de la cooperación internacional para enriquecer su formación humanista.
Del personal administrativo y obrero
El personal administrativo y obrero debe ser parte de una eficaz gestión de conocimiento. Es por ello que se deben garantizar el desarrollo, las habilidades y destrezas, las capacidades y experiencias de este relevante grupo de personas de nuestra Facultad. Con la finalidad de lograr consecución exitosa de objetivos y metas de nuestro Plan de Trabajo de Consenso, debemos adiestrar y actualizar a nuestro personal administrativo y obrero en sus diferentes áreas. Para proponemos las siguientes acciones a corto plazo:
1- Gestión transparente de su promoción, clasificación, reclasificación y ascenso (Comités sectoriales con la participación de los gremios y sindicatos)
2- Apoyo para su ingreso como estudiantes en la institución
3- Integración al cuerpo docente cuando estén acreditados académicamente y cumplan con los requisitos exigidos para desempeñar esta labor
4- Capacitación con cursos de perfeccionamiento en sus áreas de adscripción
5- Racionalización de las partidas por escuelas e institutos.
He presentado groso modo parte de un Plan de Trabajo de Consenso para garantizar el cambio innovador para la Facultad de Humanidades y Educación.