De Sonny Bono a Tom Cruise y un novio 40 años menor: los apasionados amores de Cher a sus 77

De Sonny Bono a Tom Cruise y un novio 40 años menor: los apasionados amores de Cher a sus 77

Cher en los Fashion Awards en Manhattan, Nueva York, noviembre 7, 2022. REUTERS/Andrew Kelly

 

 

Es una de sus frases más célebres: “Los hombres no son una necesidad, sino un lujo”. La propia Cher la explicó en 1996 durante una entrevista con Jane Pauley que hoy se repite en videos de Instagram y TikTok, cuando la presentadora quiso que ahondara sobre esa cita que ya era icónica. Eran los tiempos en que se hablaba de sus tatuajes –se los sacó todos con láser en el 2000, porque ya “no la hacían sentirse diferente a nadie”–, sus tratamientos antiedad, sus cirugías y sus novios cada vez más décadas menores que ella.





Por Infobae

–Exacto –ratificó la ganadora del Oscar por Hechizo de Luna (1987)–: un hombre no es de ninguna manera una necesidad, ¡es como comer un postre!

–¿Pretende sonar mala o amargada?– repreguntó Pauley.

–¡Para nada! Adoro los postres, y amo a los hombres. Me encantan. Pero realmente no los necesitamos para vivir. Mi madre me dijo: “¿Sabés una cosa, querida? Un día vas a tener que sentar cabeza y casarte con un hombre rico”. Y yo le contesté: “Mamá, yo soy un hombre rico”.

Un cuarto de siglo más tarde, acaba de separarse de su último “postre”, el productor discográfico Alexander “AE” Edwards, de 37 años. La cantante había hablado de la diferencia de edad de cuarenta años entre ellos en diciembre último, en el show de Kelly Clarkson, después de que él le regalara un descomunal anillo de diamantes, lo que disparó los rumores de compromiso. “En los papeles suena medio ridículo –dijo entonces–. Pero en la vida real, nos llevamos genial. Es fabuloso. Y yo no suelo darle a los hombres cualidades que no merecen”.

 

Alexander Edwards y Cher posando juntos previo al desfile de Versace Fall-Winter 2023 en Los Angeles, en marzo de 2023 (REUTERS/Eric Gaillard)

 

Finalmente se supo que nunca habían estado comprometidos y ella misma bromeó sobre la foto del anillo que compartió en sus redes: “Lo hice porque mis uñas se veían divinas”. Sus últimas parejas también eran bastante menores que ella. Entre ellos, el excéntrico productor y fanático de las motos Harley-Devidson Tim Medvetz, a quien le llevaba 24 años, y el escritor de comics Ron Zimmerman, de 12 años menos. Con todos terminó por razones parecidas: “Vi que la relación no iba a ningún lado, y no podía permitirme perder más tiempo”, dijo sobre Zimmerman en su momento. Es que, si los hombres son un lujo, también puede serlo cada minuto que se gasta en el (postre) equivocado.

Pero la misma mujer que considera prescindibles a sus novios de turno, también fue capaz de la entrega más absoluta en nombre del amor. Quizá el mejor ejemplo de eso es que nunca pudo enojarse con Sonny Bono. Cuando se divorciaron, en 1975, Sonny & Cher eran el dúo de cantantes y comediantes –y también la pareja– más popular del mundo, pero nadie tenía dudas: la dueña del talento era ella. Y sin embargo, a los 29 años, y después de 11 de compartir el escenario con su marido, él la dejó literalmente sin nada.

 

Cher nunca pudo enojarse con Sonny Bono. (Getty)

 

En el acuerdo de división de bienes, el 95% fue para él, y el 5% restante, para los abogados. “Yo había trabajado muy duro para ganar ese dinero, y jamás se me ocurrió que él podía hacerme eso –contó la diosa del pop en una entrevista con The Guardian en diciembre de 2020–. Pero hasta tuve que darle otros US$2 millones por incumplir con nuestro contrato como dupla: ¡hizo que le pagara por los compromisos que habíamos asumido como Sonny & Cher, después de todos esos años juntos!”

Había conocido al padre de su hijo mayor, Chaz, cuando sólo tenía 16 años y acababa de dejar su casa materna para instalarse con una amiga en Los Ángeles. Hasta entonces su vida y la de su hermana Georganne no habían sido muy distintas de las de Winona Ryder y Christina Ricci en la película Sirenas (1990), un tributo a aquellos tiempos en los que se mudaban de ciudad cada vez que su madre, la actriz y moza Georgia Holt, cambiaba de pareja: se casó seis veces. A su padre –”un camionero encantador, pero con un pasado criminal”– recién se lo presentó a los 11 años.

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