Tradicionalmente en Venezuela el Banco Central (BCV) es el depositario de la moneda dura, los dólares. La industria petrolera le vendía los dólares que recibía producto de sus exportaciones, que representaban el 95% del total de los ingresos en divisas. El sector público consolidado recibía los bolívares emitidos en contraprestación y de ahí circulaban en la economía. Las cosas han cambiado, las exportaciones de petróleo han caído y el BCV se ha visto menguado.
El nivel de la mengua es lo que mortifica. EL BCV publica, hace años, que el nivel de las reservas internacionales del BCV es de 9.000 millones de dólares. Lo que sucede es que de ellas 3.300 es oro u oro no monetario, como técnicamente se denomina, (que no nos consta que existe), 4.500 son Derechos Especiales de Giro contra el Fondo Monetario Internacional y unos 1.000 en otros y LIQUIDOS Y DISPONIBLES SOLO 840.000 dólares.
Si comparamos la situación con nuestro vecino país, el Banco República de Colombia quien funciona como su banco central, encontramos que tiene Reservas Internacionales de 58.000 millones de dólares y Reservas Liquidas y Disponibles de 51.000 millones de dólares. Parece que hemos vuelto al siglo XVIII, durante la Colonia cuando Colombia era el Virreinato de Santa Fe y nosotros, la Capitanía General de Venezuela.
El Banco Central ha involucionado no solo en el monto de las reservas que tiene. Primero, fracaso en su función principal que es y era guardar el valor interno y externo de la moneda. En otras épocas el Informe Económico del BCV era fervientemente esperado por los medios, los economistas y los investigadores sociales. En los años sesenta y setenta llegó a parecerse a una guía telefónica en su tamaño, con anexos estadísticos, impresionantes.
Luego comenzó a disminuir, y el número de páginas cada año menor. Hoy, por supuesto, ¡no se publica impreso y el digital si buscamos en su página encontramos que es el del 2012!
La Biblioteca Ernesto Peltzer era la mejor en materia económica y financiera del país, la última vez que fuimos estaba desactualizada, hoy en día, esta cerrada.
Pero el orgullo del BCV eran sus profesionales, altamente preparados y con estudios en las mejores universidades del exterior, particularmente sus economistas. Sólo por recordar algunos, Carlos Rafael Silva, Ernesto Peltzer, Romano Suprani, Omar Bello, Lupercio Salas, y muchos otros.
En fin, del banco central queda la cáscara.
Dentro de los Activos del banco está una acreencia de 12.000 millones de dólares a “Empresas Públicas No Financieras” o sea, empresas del estado.
Sugerimos a su Comisario, proponga darlos por perdidos y en consecuencia como pierde su Capital Social y Reservas, cerrarlo.
Economista/ Master en Finanzas/Historiador. https://gerardolucas.wordpress.com/