Los primeros colonos españoles trajeron tradiciones culinarias europeas, que convivieron y se fusionaron con la costumbre del pueblo taíno de preparar carne y pescado en barbacoas.
Por rt.com
Un grupo de investigadores identificó en un fragmento de cerámica española hallada en la pequeña isla de Mona, en Puerto Rico, lo que consideran como la prueba más antigua conocida del uso de vino en América.
Con el fin de estudiar los hábitos alimentarios en las Antillas Mayores antes y después de la llegada de los europeos, los científicos utilizaron varias técnicas de análisis molecular, como cromatografía de gases y espectrometría de masas, para investigar 40 fragmentos de cerámica de finales del siglo XV encontrados en el lugar.
Los resultados del estudio, publicados en Archaeological and Anthropological Sciences, sugieren que en lugar de depender de guisos de pescado y productos lácteos al estilo europeo, los primeros colonos españoles en la isla de Mona utilizaron en gran medida objetos de cerámica para procesar alimentos de origen vegetal.
Los resultados del estudio molecular arrojaron que las jarras de cerámica habrían contenido productos derivados de vegetales adaptados a las zonas áridas, como el maíz o el amaranto, excepto dos vasijas de aceitunas españolas.
Precisamente en una de esas vasijas de aceitunas, halladas en una cueva, fueron detectados los residuos de vino.
“Ya fuera consumido por europeos o por miembros de la población indígena, esta es una evidencia directa de la importación de vino europeo a una pequeña isla del Caribe poco después de la llegada de los colonos españoles”, concluye el estudio.
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