Los negociadores del Gobierno de Colombia y de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunciaron este jueves la prolongación del tercer ciclo de diálogos de paz hasta el 8 de junio, diez días más de lo inicialmente previsto.
El tercer ciclo, que sigue a los realizados en Venezuela (noviembre) y México (marzo), arrancó el 2 de mayo y estaba previsto que concluyera el 29 de mayo.
Las partes aseguraron que están “adelantando positivamente su trabajo”, pero que “dada la importancia de los temas de la agenda”, entre los que destaca un cese al fuego, han decidido “prorrogar” las negociaciones.
El anuncio se produce casi dos semanas después de que el ELN dejase en “pausa” el pasado 15 de mayo las negociaciones de paz a raíz de unas declaraciones del presidente de Colombia, Gustavo Petro.
El jefe de Estado, en una intervención ante altos cargos de las Fuerzas Armadas, aseguró que la “razón de ser” del ELN actualmente eran las “economías ilícitas”.
La crisis se cerró cinco días más tarde, con un comunicado conjunto en el que ambas partes ratificaron su “firma decisión” de “permanecer en la mesa hasta lograr un acuerdo de paz con las transformaciones que necesita el país”. El Gobierno reiteró además el carácter “político” del ELN.
“Continuaremos desarrollando una visión conjunta del conflicto y de las salidas que requiere el país”, indicaron las delegaciones, que avanzaron que “en lo inmediato” pretenden articular el Acuerdo de México, alcanzado este marzo, así como “el conjunto de acuerdos que se han hecho en la mesa con las visiones y propuestas” de Petro.
El tercer ciclo de negociaciones, según se pactó en México, se iba a centrar en el cese al fuego, los alivios humanitarios y la participación en el proceso de la sociedad civil.
Ésta es la tercer ocasión en que la mesa entra en crisis. El primer bache se sufrió justo después de que el Gobierno anunciara el 31 de diciembre un cese al fuego bilateral que no había sido pactado y que el ELN no tardó en desmentir.
El segundo encontronazo se produjo del atentado del pasado marzo donde la guerrilla mató a 10 militares en una emboscada. El acto se produjo en un caserío del municipio de El Carmen, en Norte de Santander, contra soldados del Batallón Especial Energético y Vial No. 10.
EFE