Jesús Augusto Gómez: Sobre la conveniencia de venderle electricidad a Brasil

Jesús Augusto Gómez: Sobre la conveniencia de venderle electricidad a Brasil

Dentro de la multitud de desaciertos que ocurren a diario en el sistema eléctrico nacional, la noticia de la reactivación de la línea de transmisión Macagua—Las Claritas-Santa Elena de Guiaren constituye la primera decisión asertiva que se ha tomado en mucho tiempo..

Efectivamente, desde el año  2019 la generación desde el sistema del Bajo Caroní constituido por las centrales de Guri, Caruachi y Macagua ha visto mermada su generación de electricidad producto de la contracción económica que ha experimentado el país. En tales condiciones  , la producción ha sido solo de unos  60 TWH , muy por debajo de su potencial de generación.. Esta condición ha inducido a que los niveles en el embalse de Guri se mantengan siempre muy elevados y donde es necesario realizar descargas a través de los aliviaderos para mantener los niveles de regulación tanto en invierno como en verano. El agua que se descarga a través de los aliviaderos es energía potencial que se desperdicia sin ninguna utilidad.

En tal sentido, la activación de la línea de transmisión hasta Brasil ocasionaría un aumento de la demanda que permitiría mayor generación útil, no desperdiciada por los aliviaderos y que sería una fuente de ingresos permanentes y confiables para el sistema eléctrico y que podría repercutir en beneficio de los programas de reparación y mantenimiento si los fondos son bien administrados.

 

La línea de transmisión consta de dos tramos bien diferenciados. El primer tramo entre Macagua II y las Claritas en 400KV,  de unos 290 Km  de longitud hasta la subestación Las Claritas y un segundo tramo entre Las Claritas y Santa Elena de Uairen en 230KV  de 200 Km de longitud hasta la subestación Santa Elena de Uairen.. Desde esta subestación arranca una línea de transmisión de unos 5 Km en 230 KV hasta la frontera con Brasil, punto donde se conecta con la línea de transmisión de ELECTRONORTE, la compañía brasileña que cubre el servicio en esa zona del país.

El contrato original de suministro con Brasil contemplaba una asignación de 200 MW que debía entrar en servicio en diciembre de 1998. .Esta asignación podría generar unos 1.75 TWh por año.   El contrato original contemplaba una tarifa de 26 US$/MWh durante los primeros 10 años y una tarifa de 28 US$/MWh durante los siguientes 10 años.

Operando el embalse a la cota 270.0 msnm, la generación de esta potencia requiere solamente un caudal entre 180 y 200 m3/seg,  En condiciones de alivio, este caudal es muy inferior al caudal que se descarga por los aliviaderos. Y en condiciones normales es equivalente a menos del 4% del caudal medio del río. Por tanto, en la actualidad el efecto de esta descarga adicional es imperceptible para el control de niveles en el embalse.  

En la actualidad, considerando las condiciones del mercado mundial de energía y los costos de generación de CORPOELEC, esta tarifa podría establecerse alrededor de 30 US$/MWh, lo cual generaría un ingreso anual de 52.6 Millones US$ por año. 

Esta situación lo que pone en claro es la poca capacidad gerencial con que se ha manejado el sistema y la falta de una amplia visión del negocio energético en los últimos 24 años.

El 12 enero 2010, Venezuela disminuyó sus envíos de electricidad a Brasil en un 20 por ciento a raíz de la crisis energética que estaba y sigue viviendo el país


Jesús Augusto Gomez es Académico de la Academia de Ingeniería y Hábitat de Venezuela

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