El nuevo director general de la petrolera estatal venezolana PDVSA se enfrenta a la corrupción endémica en la empresa, que atraviesa problemas financieros, al tiempo que espera ganarse a sus 95.000 trabajadores, una medida fundamental para garantizar la liquidez que tanto necesita el país, que alberga las mayores reservas de crudo del mundo.
Por Tibisay Romero, Deisy Buitrago y Mariana Párraga / Reuters
Pedro Tellechea, ingeniero mecánico de 47 años, tomó el mando de PDVSA en enero y suspendió rápidamente las exportaciones del país de la OPEP y revisó las ventas que habían dejado sin cobrar 21.200 millones de dólares en ingresos.
Dos meses después, Nicolás Maduro reveló una investigación anticorrupción que desde entonces ha llevado a la detención de más de 60 funcionarios y empresarios y a la dimisión del otrora poderoso ministro de Petróleo. Entre las conclusiones de la investigación: unos 3.600 millones de dólares de las ventas no cobradas podrían perderse para siempre.
En vísperas de unas elecciones clave, Maduro necesita un funcionario confiable y creativo, capaz de eludir las estrictas sanciones de EE.UU. para reanimar la marchita producción de petróleo, traer de vuelta la inversión y detener la fuga de cerebros en una industria que hace una década proporcionaba miles de millones de dólares al año a la nación.
Tellechea, coronel condecorado del ejército con escasa experiencia en el sector energético, fue puesto al frente de dos de la institución más poderosa de Venezuela, al tiempo que mantenía la supervisión de la empresa petroquímica estatal Pequiven.
Los predecesores de Tellechea no consiguieron restablecer la salud financiera de PDVSA. Ahora esos esfuerzos se consideran críticos para asegurar la fuente de ingresos en divisas más importante del país.
Para conseguirlo, ha nombrado a jóvenes ejecutivos para los puestos más importantes de PDVSA, eliminando a los vinculados al anterior director general, Asdrúbal Chávez.
El plan de Tellechea, visto por Reuters, carece de detalles sobre cómo lograr esos objetivos. Pero las probabilidades de que PDVSA cumpla las elevadas metas este y el próximo año son escasas debido a las sanciones, la falta de equipos de perforación, el retraso en las inversiones y la salida de socios del país, dijeron analistas y expertos.
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