Aunque la Organización Mundial de la Salud ya puso fin a la pandemia causada por el Covid-19, muchas fueron las preguntas que quedaron alrededor de este tema y que seguramente seguirán siendo un misterio sin resolver, así lo reseñó la REVISTA SEMANA.
Una de ellas es sobre cómo se creó este letal virus que puso a la humanidad sobre las cuerdas y que le cambió la vida a millones de familias que perdieron seres queridos, negocios y empleos.
Pues bien, el medio británico The Sunday Times realizó una minuciosa investigación que lo llevó a confirmar el Covid-19 fue creado en un laboratorio de China y su fin no era otro que ser usado como una poderosa arma biológica. Además, asegura que su propagación se dio gracias al descuido de un grupo de científicos que custodiaban la investigación.
“Los científicos en Wuhan que trabajaban junto con el ejército chino estaban combinando los más letales coronavirus del mundo con el fin de crear un nuevo virus mutante justo cuando comenzó la pandemia. (…) Investigadores que examinaron indagaciones científicas y comunicaciones ultrasecretas interceptadas creen que los científicos chinos estaban ejecutando un proyecto encubierto de peligrosos experimentos, que provocó una filtración del Instituto de Virología de Wuhan y comenzó el brote de Covid-19?, fue la conclusión a la que llegó The Sunday Times.
Para poder afirmar esto en sus páginas, el medio tuvo que acceder a cientos de documentos que involucran documentos confidenciales, memorandos internos, artículos científicos y correspondencia por correo electrónico a la que pudieron llegar gracias a diversas fuentes, entre ellas algunos activistas de libertad de información que han incrementado su lucha durante los tres años posteriores a la aparición del virus.
El tabloide británico también tuvo en cuenta los testimonios de los investigadores del Departamento de Estado de Estados Unidos y de algunos expertos chinos encargados de realizar la primera gran investigación sobre los orígenes de este letal virus que ha causado la muerte de cerca de 7 millones de personas en todo el planeta.
Aunque en un principio se creyó que el laboratorio en Wuham de donde se filtró el virus “estaba involucrado en experimentos cada vez más arriesgados sobre los coronavirus que recopiló de los murciélagos” y que “inicialmente, hizo públicos sus hallazgos y argumentó que los riesgos asociados eran justificados porque el trabajo podría ayudar a la ciencia a desarrollar vacunas”, el panorama fue diferente cuando los investigadores, en 2016, encontraron un nuevo tipo de coronavirus en un pozo de mina en Mojiang, zona en la que las personas resultaron muertas por síntomas similares a los del Sars.
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