Volvieron, con saña, las interminables colas para abastecerse de gasolina. Parece un ritornelo que nos acosa con demasiada frecuencia.
El tema de la gasolina, en nuestro país, ha tenidos muchas variantes o caras. La primera fue el precio de la gasolina. Tenemos que recordar que fue durante la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez, llamada del Gran Viraje, cuando el 1989, el gobierno a instancia del Fondo Monetario Internacional tuvo la ¡osadía! de aumentar el precio del combustible. A raíz de esta medida y al ajuste de los pasajes en el trasporte colectivo ocurrió el Caracazo, evento traumático que sacudió a la sociedad. Una consecuencia, no esperada del evento, fue que Hugo Chávez, quien era muy supersticioso, relacionaría aumento de la gasolina con caída del gobierno y por tanto durante su mandato no altero los precios del combustible aun causándole en algunos anos pérdidas al fisco mayores de 4.000 millones de dólares. Posteriormente, el gobierno de maduro, en un acto de inteligencia, divide a las gasolineras en subsidiadas y las del mercado libre, poco a poco redujo las subsidiadas y resolvía, en la práctica el problema de al costo del subsidio. Unido a lo anterior, terminó con el negocios de sus asociados del contrabando (de exportación) a Colombia de la gasolina y sus lucrosos márgenes.
Otra arista al problema de la gasolina es su producción o refinación. En Venezuela hay tres refinerías de importancia. La Refinería de Amuay, con una capacidad de 645 mil barriles diarios, la cual sufrió la tragedia del 2012, donde más de 50 personas perdieron la vida y ha tenido problemas endémicos de incendios, tiene detenida la producción de gasolina desde diciembre de 2022 a causa de una avería al sistema de craqueo catalítico. La Refinería de Cardón, con una capacidad de 310 mil barriles diarios, suspendió las operaciones por causa de una avería en junio del 2023. La Tercera, la Refinería del Palito, con 148 mil barriles diarios de capacidad, de la cual la capacidad de producir gasolinas es del 28% o sea 42 mil barriles día, a plena producción, reanudó operaciones en 10 de junio del 2023, después de estar una año paralizada. De acuerdo con lo anterior en el mejor de los casos podemos contar ahora con unos 20 mil barriles día de producción nacional. La cuarta, la Refinería de Puerto la Cruz tiene una capacidad de refinación de 200.000 barriles día, el 15% de gasolina o se 30.000 barriles día, se estima produce trabajando a mitad de su capacidad unos 15.000 barriles diarios de Combustible. Estas estimaciones coinciden con una fuente de inteligencia internacional llamada KNOEMA que asegura que la Producción de Productos Refinados de Venezuela, para marzo de 2023 fue de 92.000 barriles diarios. En este caso la proporción de combustible sería un tercio o sea 30.000 barriles diarios. Concluyendo entre El Palito y Puerto La Cruz hablamos de 30 a 40.000 barriles día.
Otra variable es el nivel del Consumo Nacional de Combustible. La cifra más comúnmente aceptada es de 120 mil barriles diarios, lo cual representa el 45 % de los 266 mil que se consumía en 2014.
Por último, está la Importación de Combustible. Irán había enviado barcos con combustible durante el 2020 y 2021.Luego desde que los norteamericanos interceptaran barcos con combustibles, este flujo no se ha reanudado.
Concluyendo, si el consumo aparente está entre 120.000 barriles día de gasolina y en el peor de los casos 100.000 b/d y refinamos 40.000 barriles día tenemos un déficit actual del 60% de nuestras necesidades.
Los acuerdos con la Compañía Nacional Irani (NIORDC) de hace dos años no han dado resultados en cuanto a la reparación y puesta en marcha de Amuay y Cardón, tenemos que ver la situación como estancada, puesto que Venezuela no tiene dinero para hacer frente a las importantes inversiones requeridas ni crédito de sus aliados.
Economista/ Master en Finanzas/Historiador. https://gerardolucas.wordpress.com/