Las declaraciones del director de cine James Cameron sobre el incidente del sumergible que se hundió durante una expedición a los restos del Titanic son contundentes.
Según Cameron, desde el momento en que se enteró de que el sumergible había perdido la navegabilidad y la comunicación, no tuvo dudas de que se trataba de un “acontecimiento catastrófico extremo”.
Además, considera que los reportes sobre las 96 horas de oxígeno disponibles y los ruidos captados por sensores fueron una “farsa prolongada y pesadillesca” que dieron falsas esperanzas a los familiares de los tripulantes.
Cameron también critica a la compañía OceanGate por no estar certificada y plantear dudas sobre la seguridad del dispositivo utilizado en la expedición.
En resumen, Cameron afirma que desde el primer momento supo que el sumergible había implosionado y que se encontraba en el fondo del mar en pedazos.
Sin embargo, el emprendedor Guillermo Söhnlein, cofundador de OceanGate, la empresa que operaba los viajes a los restos del Titanic del sumergible siniestrado, rechazó hoy algunas críticas sobre la seguridad de la compañía al considerar que esas personas no disponen de “toda la información” para poder opinar.
Con información de AP y EFE